Posiblemente la aportación que haga hoy al "Blog" sea una tremenda tontería.
Llevo una larga temporada sin escribir obra nueva, algún que otro artículo de opinión, mis intervenciones en este portal y poca cosa mas...Quiza esté descansando mi masa encefálica para mas adelante volver a mi mundo de ilusiones oníricas y continuar escribiendo la segunda parte de "Olaitz" cuyo título es "El viaje incierto de Olaitz".
Estoy sobreviviendo de la creatividad del pasado...Pienso que es bueno divulgar la poesía de la que he alimentado mi "Ego" durante estos años, y es por eso que voy a insertar una serie de cortos poemas que escribí en el verano del año 2.000. Una vez hice un recital en el Café del Centre con este breve poemario, alguno se publicó en la revista ¡hasta siempre! pero son de los mas desconocidos y menos divulgados de todo lo que he escrito.
Me gustaría que los escritores no temieran a su obra del pasado, aunque a veces se quede desfasada con la actualidad imperante...Conforme el "Blog" vaya avanzando iré transmitiendo mis temores a esa obra de antaño, no por ella en sí, si no porque hoy en día alguno de mis poemas quedarían mal parados con la sensibilidad cursilona de estos últimos tiempos.
Se nos gangrena la palabra
cuando nuestras lenguas envilecen a estopa,
se secan,
dejan de poseer humedad,
no expresan la voz de sus poseedores
que intentan gritar a desespero
pero se apagan
como brasas en medio de un chaparrón.
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Verano
triste verano
de cuerpos ateridos
insensibles a la pasión
cuando el fuego socarra la piel y carne
y destroza
la mirada tierna del invierno.
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La mirada aviesa y fría del fraile
se acopla,
hipnotiza
a la mirada perdida y exortizada
de un niño tembloroso
que le gustaría arrancarse su piel
con cilicios de sangre.
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Nos arrancarán los ojos
y en el atardecer jugarán a los dados con ellos,
besarán las pupilas,
cantarán la apuesta
y los arrojarán al suelo.
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Nos joderán con sarmientos,
las cepas no elaborarán uvas para txacolí,
las arrancarán con sus callosas manos,
harán una fogata infernal
no para calentarnos a fuego,
si no para arrastrarnos
por un lodo vertido en charcos,
helado y odioso.
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Se sonríe el espasmo de la triste muerte,
se sonríe,
se inquieta,
agarra con sus manos un retal de satén negro
lo besa,
lo lame,
lo mordisquea,
se lo anuda al cuello
y con pasión electrizante
de lengua a lengua,
ahoga
a la muerte alegre.
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Se me derretirá
el tuétano de mis huesos
y por mas que grite,
por mas que me lance al vacío
no lograré evadirme de los tentáculos de fuego.
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Soy feliz escribiendo,
muy feliz,
¡Cacho cabrito!
¿Porqué sufres?
¿Porque justificas la felicidad con un alarido?.
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Soy un individuo
con pies, manos, cuerpo y razón,
soy consciente que pertenezco a un pueblo
pero me debo a mi mismo,
a mi egoismo,
a mi ilusión,
a mi pasión,
"Nos joderán con sarmientos,
ResponderEliminarlas cepas no elaborarán uvas para txacolí,
las arrancarán con sus callosas manos,
harán una fogata infernal
no para calentarnos a fuego,
si no para arrastrarnos
por un lodo vertido en charcos,
helado y odioso."
Celebro ver publicados poemas tuyos, Joseba. La poesía gana cuando se expande e internet es un buen medio. Duros o tiernos, no importa, si los versos transmiten y emocionan.
Un fuerte abrazo.
Pedro