domingo, 27 de febrero de 2011
Gracias, ¡Muchísimas gracias! a Joán Ramón de Canals.
El cine nació hacia finales del siglo XIX, época de grandes e importantes descubrimientos científicos e industriales y en la que también existían y se perfeccionaban distintos medios de comunicación, lo cual fue fundamental para la expansión y crecimiento del nuevo arte.
Fátima, la mítica bailarina de la danza del vientre, fue filmada por primera vez en la exposición de Chicago del año 1.896.
El cine es el único arte que se abasteció de todos los demás: Danza, teatro, escultura, prosa y poesía, música y pintura; pero siempre necesitó más...¡Mucho más!.
Creo que los años dorados del cine empezaron con las comedias de Mack Sennett y sus bañistas, hacia el año 1.918, duraron aproximadamente hasta el año 1.960, épocas en que los estudios poseían todos los ingredientes necesarios para desarrollar grandes historias, la mayoría de las veces obra de directores europeos afincados en Hollywood, que conferían a sus films unas dimensiones que antes no tenían, ya que todavía era un arte en experimentación y que después lo perdió para convertirse en films standards. El actual cine está falto de encanto y frescor, ya no existe ni el lirismo de sus argumentos, ni su belleza poética, ni su carga de emociones. Ahora se hace un cine sin misterio, cargado de efectos especiales, que por obra y gracia de la televisión podemos ver en pijama, estirados en el sofá de casa y en una pantalla de 20". La técnica actual y las multinacionales han terminado con las grandes salas de proyección donde un público ávido por olvidar sus problemas, compraba una entrada y se disponía a soñar.
Cine: ¿A dónde fue tu glamour, tu genialidad, tu inspiración, tu romanticismo, tu misterio, tu amor-odio?.
Cine: ¿Dónde están los grandes escritores que tenías secuestrados en tus estudios para que entre copa y copa te puliesen los guiones?, ¿Dónde están tus grandes directores?, ¿Dónde están las grandes batutas que tan genialmente dirigieron las partituras de los maestros?, ¿Dónde se encuentran los grandes interpretes?.
Deseo recordar indistintamente algunos de los nombres que han hecho grande al cine: Louis B. Mayer, Irving Thalberg, Wallace Beery, Anita Loos, Scott F. Fizgerald, Ernst Lubitsch, Gloria Swanson, David, Lewis y Myron Selnick, Alfred Hichcock, Ágata Crhistie, William Shakespeare, Greta Garbo, James Dean, Irving Berling, Cole Porter, los Barrymore, Vicky Baum, Jean Harlow, Colette, Margaret Mitchell, Orson Welles, Bette Davis, Charles Chaplin, René Clair, Adoph Zukor, Jean Renoir, Roberto Rossellini, Walt Whitman, Edgar A. Poe, Mack Sennett, Moliere, Somerset Maugham, Erich Von Stroheim, Clark Gable...la lista interminable.
Cine: ¡Mi homenaje sincero!. Desearía poder retroceder en el tiempo y recuperar toda tu magia, tu poesía, la belleza de tus imágenes. Gracias por haberme hecho soñar y por haber crecido contigo.
Juán Ramón de Canals (16-08-2.002)
Agradezco a mi buén amigo Joán Ramón de Canals el artículo que aportó a la revista ¡Hasta siempre! del Nº 37 publicado en Septiembre del 2.002 y que fue dedicada al cinema y poesía.
En diferentes entradas del "Blog" he ido insertando poemas de dicho Nº: "Too much flech", Avenida "Can Tunis" y Merece la pena besar la luna.
En esta entrada insertaré los poemas: Deja que se rompa y Memento.
Terciopelo azul ("Blue velvet")
Dirigida por: David Lynch (U.S.A. 1.986)
DEJA QUE SE ROMPA
Deja que se rompa
que se haga añicos el espejo,
que a una hora sin determinar
suene "Blue velvet"
terciopelo azul,
que entre dientes musite un verso,
que un rictus de mi boca
haga asomarse a mi estado de ánimo,
que garras de terciopelo
lastimen a mi tostada espalda.
Estoy loco
porque dejo pasar de largo la cordura.
Que mi energía se desvanezca
entre los cristales triturados,
que mis labios sean abrasados por el carmín,
que me ahogue con el semén
helado en el pasado invierno,
que en el verano ayacule
lenguas flamígeras del volcán encendido,
que un sorbo de absenta
se disuelva en mi húmedo cristalino,
que suene "Blue velvet"
terciopelo azul,
que no amanezca,
que la noche transcurra,
que las sábanas de algodón no se esfumen
y que continúe llorando
para que desaparezca el dolor de mi pasión.
Joseba Ayensa (Poeta-cantor.)
Memento
Dirigida por: Christopher Nolan. (U.S.A. 2.000)
MEMENTO
"Memento mori"
como sustancia atesorada en copas cánopes,
solitario.
Desdén de incógnita.
Mi mundo es así,
como un arroyo que no desagua,
se encharca en ciénagas
que desprenden miasmas.
Es la locura del avestruz
que esconde entre sus alas su única verdad.
"Memento".
"Memento".
Quisiera cascar el huevo
para dejar de luchar
y descansar en mi propio seno alado.
Joseba Ayensa (Poeta-cantor.)
jueves, 3 de febrero de 2011
Avenida "CAN TUNIS"
Me refiero a Rainer Werner Fassbinder segun dice su biografía; nació el 31 de Mayo de 1.945 y murió el 10 de Junio de 1.982.
Recuerdo cuando ví la película Querelle (1.982), me impresionó la atmósfera de sus planos, la historia y me conmovió la magnífica interpretración de Jeanne Moreau en el papel de "Lysiane" (Madame del prostíbulo), ¡Todavía resuena en mis oidos la canción que interpretó!
Descubrí a Rainer Werner Fassbinder con La ley del mas fuerte (1.975). Me impactó tanto, que cuando escribí mi poema: Avenida "Can Tunis" quise darle el mismo final que tiene la película.
AVENIDA "CAN TUNIS"
Duerme,
duerme,
duerme,
duerme
la luna llena
en el aterciopelado regazo de una mariquita nocturna.
Duerme,
duerme,
entreabre sus ojos
para contemplar el pintarrojeado rostro,
y la luna
danzando
danzando
se escapa
se evade
hacia el abismo de los espacios,
el bujarrón tropieza,
no se sostiene en sus zapatos de astifino tacón,
es abandonado por el helador astro,
su soledad es patente.
Una gran avenida,
algún que otro automovil,
una bicicleta,
un camión de gran tonelaje,
dos gatos fornicadores
y un hilo de sangre
que fluye de la comisura de los labios.
En la mañanada gris y plomiza
está tumbado sobre el asfalto,
jadea penósamente,
un perro callejero le huele,
las moscas entrecortan su hálito,
un gorrión aprovecha
para darse un suculento desayuno.
El maricón enamorado de Selené
ni tan siquiera llega a despojo
todavía tiene vida en su despejada frente,
su cuerpo astral se libera
y observa,
observa,
observa
la gran avenida solitaria,
a un lado el puerto marítimo de una gran ciudad
y al costado
una montaña transmutada en camposanto,
hormigas,
gaviotas,
moscas,
gorriones,
palomas,
y centenares de agujas hipodérmicas abandonadas
en la avenida de "Can Tunis",
dos paseantes
de sexo bien definido y distinto
le observan,
abren desmesurádamente los ojos,
se acercan,
le toman el pulso,
todavía está vivo,
le arrebatan la cartera con mil duros,
su documentación,
la blusa femenina,
los pantalones vaqueros,
los zapatos de tacón,
el tanga negro,
lo pisotean desnudo,
se ríen
y su dignidad
la mezclan con coca y un gramo de heroína
y hacen con ella el cóctel del "Cha cha chá".
(Poema original de Joseba Ayensa (Poeta-cantor.)