Otro poemario para publicar en este "Blog" de poesía, cine, arte y algo mas.
Se publicó por primera vez, en el Nº 29 -Septiembre Octubre 2.001- de la revista ¡Hasta Siempre!. Fue en un número especial por el tercer aniversario de la revista.
Monográfico de Joseba Ayensa con pequeños poemas, sensaciones captadas en el vacío del espacio, posiblemente aforismos o cualquier denominación que se le desee dar. Estaba ilustrado con dibujos originales del artista argentino Héctor F Sabellico. La presentación fue a cargo del magnífico "Poeta de las Ramblas", el argentino Eduardo Mazo.
¡Válgame Dios! De pronto así, como si yo fuera mi propio huésped, mi único invitado, vengo a darme de bruces con este, mi cumpleaños de poesía, de amores y de ojos que me miran y sonríen.
Soy una revista literaria y estoy de aniversario. Tengo un mamá-papá que se llama Joseba, el que me ha dado a luz, a toda luz, y un ilustrador, Héctor F. Sabellico, que cosquillea mis páginas con sus bellos y profundos dibujos.
Estoy de fiesta. Me dicen que por ahí afuera las alforjas se llenan de soledad, de dudas y, a veces hasta de dolor. Pues bien, yo quiero ofrecer mi cumpleaños, quiero regalar estos tres dichosos años a todos los que necesitan de esa infinita caricia que es la literatura. Quiero besarlos a todos con mis versos, quiero protegerlos con mis relatos, alentarlos con mis imágenes, motivarlos con mi estandarte.
Me llamo "¡HASTA SIEMPRE!" y me gusta mi nombre, HASTA SIEMPRE flameando los sueños y las utopías, HASTA SIEMPRE para encontrarnos, por fin, en la esquinita azulada de la felicidad.
Si la poesía es la pasión de estar en los misterios, quiero que estas primeras tres velitas iluminen los versos eternos de vuestros corazones
-Eduardo Mazo (El poeta de las Ramblas.)-
Verano del 2.001
SENSACIONES EN UN TREN DE CERCANÍAS.
Tengo terror ¡Dios mío!
me consideran tan inutil
que quisieron despojarme
de lo único que poseía,
del influjo de mis letras.
Ofrezco mi lengua
al pico de un ruiseñor
ofrezco mi cuerpo
a cualquiera que desee experimentar
el influjo de la luna.
Luz,
luz,
cegadora luz
que no se percibe físicamente,
que es incapaz de besar el susurro del aire
La poesía es el flujo de la sin razón,
una locura instantánea,
un flax,
quien intenta razonarla
medirla
sembrarla
de una calidad no intuitiva,
es que ha dejado de marcar
el ritmo de su sensibilidad.
Un mordisco en el cuello,
una lucha intestina en mi alma,
un ave revolotea sobre mi mente
y el deseo que se me escurre entre mis dedos.
El fascismo
ni los muertos lo abonan
con los fluidos de sus despojos.
El fascismo
es la impresión mas atroz
en la propia existencia de los vivos.
La belleza es
belleza
voluptuosidad desmedida de los sentidos.
Tren,
tren,
tren,
música,
vaivén,
ritmo.
Tren,
tren,
tren,
mi mirada no se pierde
no se evade,
busca
con ansiedad
los ojos perdidos de un adolescente.
Escribo un poema para soñarme,
para transcender a mi sangre
ese líquido que cualquier momento
cualquier día
se derramará sin haber sentido el influjo
de los hematíes.
Los adolescentes son crueles
¡No te jode!
es porque pueden.
Bellos.
Bellísimos.
Hermosos.
Guapos.
Fuertes.
Enormes adolescentes.
Mataron mi adolescencia,
dejaron vivo mi cuerpo
¡Que error cometieron!
fabricaron a un cruel vengativo.
Ambiciono besos,
besos,
besos fríos
fríos besos
que se transmutan en cálidos.
Lloro,
lloro,
lloro,
lloro
es lluvia fina,
calabobos,
chirimiri,
orbayo.
Soy judío.
Soy cristiano.
Soy navarro.
Soy vasco,
nada, no soy nada,
en verdad soy un bárbaro.
Deseo derramar una lágrima
que recorra mi párpado
por la usura de mi deseo.
Teatro
poesía
teatro
poesía
teatro poesía
drama
teatro poesía
poesía drama
drama
poesía
teatro.
Una caricia
¡Que delicia en la noche de verano!
Adormiré la pasión
cuando unos labios
aterricen en mis labios.
¡Tantas cosas he comentado sobre la aurora!
¡Tantas lágrimas he derramado sobre mi egoismo!
que soy incapaz de acariciar
los susurros de mi poesía
de mi ternura,
de mi alma enjaulada.
Soy un marinero furtivo
transmutador de la sal en azucar,
del caramelo que saborean mis labios
para perder el ritmo del olvido.
Flirteo en el silencio,
solo observo,
solo remiro
la profundidad de unos ojos perdidos.
Me morirán.
Estoy seguro de que me morirán,
¡Tengo tal terror al traspaso!
que me tendrán que morir,
a mi pesar.
Con mi dedo pulgar
acaricio mis labios,
cierro los ojos
y sueño
que estoy revolcándome
en la lontonanza
allá,
en las orillas de un río tormentoso.
Cualquier viaje en tren
es un ritmo incontrolado,
un susurro en el placer de los sentidos.
Miraré a los ojos de un hombre
para transmitirle a través de un cristal opaco
la fuerza telúrica de mi pensamiento.
Sé que escribo para mi gozo
¿Por qué no?
¿Por qué soy arrastrado hacia un sendero
sin salida?
¿Por qué mis besos poéticos son fríos?
¿Por qué?
¿Por qué?
El fascismo
ójala sea enterrado y olvidado
para no componer versos como estos.
Poesía río
poesía de tres versos
acariciando a un amado.
Poesía síntesis
poema excluido
cuando se eyaculan mil versos
Una mañana,
un adiós,
un pájaro,
un...
quiero regresar a un destino inacabado
para asombrarme
del ocaso,
del ósculo inexpresivo.
¡Oh!, ¿Donde se esconde la esperanza?
Una tormenta
tormento de mis oidos,
calor, calor, calor,
ardor,
mi tuétano se licua,
se derrama en mis articulaciones de cristal.
Solo escribo
poemas
¿Te parece poco?.
Adormiré la visión de un aparecido,
dormiré en el regazo del viento,
adormiré pasión helada,
dormiré en el transcurrir del tiempo.
Un grito al vacío,
un aluvión de caricias y besos,
una lucha,
un palpitar lento, frío
que se desposa
con la exuberancia del trópico.
Te quiero.
Te quiero.
Un simple verso
para amarte hasta la médula espinal de tu encanto.
¡Soy un poeta!
¿Soy un poeta?...
Si, lo soy
¿Poeta?...
...yo que sé...
ni tan siquiera se escribir un beso.
Y continúo escribiendo
versificando.
A veces me pregunto
¿Para qué?...¿Para quienes?,
sencillamente
para expresar lo que mi alma
no canturrea en el amanecer.
¡Que hermoso eres!
joven
de adolescencia rota por unos pocos años.
¿Estudias?,
si, claro que estudias,
viajas en un tren camino de la universidad.
¡Ojo!, que te comerán el coco.
Miraré a los ojos de un pájaro
y con mi bolígrafo "Bic" negro de poeta pobre
transmitiré a través de líneas
el volar de sus suspiros.
Eyaculación precoz...
¡Horror!
solo se cura cuando se es viejo.
Necesito ayuda
¡Dios mío!
para que me aupen
a la locura eterna.
Tengo un poema dentro de mi
que me duerme.
Creo en ti
¡Dios mío!
como el pájaro corrompido,
abandonado por su depredador.
Siembro lo que espero
¡Desesperación!.
No puedo negarte
¡Dios mío!
no puedo,
eres la luz de mi propio amanecer.
Vivir bajo el yugo
"del que dirán"
es contemplar eternamente
la sombra helada del ciprés.
Y el pene penetra
en mis jugos de amor
y muerte momentánea.
Ni la aurora
teñirá de carmín
el semblante taciturno del rostro.
Y cantarán los ángeles
¡Dios mío!
y reptarán las serpientes para sedarme.
"MEMENTO MORI"
cruel despojo adolescente.
Besaré tu nariz
lameré tu ano
cerraré los ojos
y fornicaré con el olvido.
Muérome a ti
¡Dios mío!
no siento el frescor de la noche.
Todas estas sensaciones en verso, las escribí en un tren de cercanías cuando acudía a mi lugar de trabajo con mi maletín lleno; de mis pequeñas obras de artesanía.
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
