" Intento crear cosas fantásticas, cosas mágicas,cosas como las de un sueño..."
En el verano del 2.008 poco meses antes de fallecer mi padre, acudí a Bilbao a conocer el museo Guggenheim, posé delante de este aforismo del genial Dalí, que sirve como portada de este blog.
Son las dos de la madrugada, acabo de sufrir una de mis pesadillas. Como me gusta cocinar, a pesar de la hora intempestiva me pongo manos a la obra, me importa un bledo despertar al resto de los que comparten vida conmigo y si se despiertan; es su problema, he tenido que soportar una cascada de lluvia dorada sobre mi escuálido cuerpo mientras intentaba huír de cinco ladrones encapuchados y con sus sables blandiendo al vacío. ¡Como me gusta cocinar sopas!, preparo el agua en la cacerola, sal, hojas de col, patatas, un trozo de nabo, cebolla y sobre todo el rabo ¡Me gusta tanto que le doy un beso en la punta!, lo acaricio, lo pongo debajo del grifo para quitarle algun residuo de impureza; a...saber cuantos lo habran manoseado, a...saber...Lo que quiero hacer es una sopa de rabo de buey...¡Que rica es!, tan gelatinosa, tan oscurita. Hecho todo a la cazuela...y cuando el rabo entra en ebullición escucho una voz ronca...¡Jóder...que no son horas de andar cocinando!, ¡Silencio!, ¡Ya está bien!. Debido a mis sueños padezco de insomnio, lo llevo bien porque cuando me desvelo me pongo a cocinar o a memorizar mis poemas para poder recitarlos en público.
No me gustaría padecer de narcolepsia, no controlar el sueño; es como si no se controlaran los impulsos. Recuerdo una película, de esas que habría que verlas por obligación, incluso tendrían que estar en los sistemas educativos, pasárselas a los jóvenes para que reflexionasen sobre lo que transmite el argumento. Me refiero a MI IDAHO PRIVADO dirigida por Gus van sant en el año 1.991, la protagonizó un joven llamado RIVER PHOENIX (1.970 - 1.993) y que murió por sobredosis.
Me impresionó tanto esta película, como la muerte dos años mas tarde de su protagonista, que escribí un poema bajo su influencia. Este poema lo incluí en mi obra dramática mas personal titulada "Bajada a los infiernos" y que representé varias veces en el área de Barcelona.
Os lo inserto para que lo leáis y si os gusta disfrutéis con él...
MERECE LA PENA BESAR LA LUNA
Es una noche cualquiera,
cualquiera en la que comienzo a llorar
llorar porque merece la pena besar la luna.
Luna plateada y fría como el rocío de diciembre.
Diciembre que completa un único ciclo
ciclo de amor y odio,
odio no comprendido por dos seres
seres que se observan en mitad de la obscuridad,
obscuridad latente de un sí y un nó.
¡Nó!, es la exclamación de un cuento
cuento sin principio y fin.
Fin, fin, fin, fin, omega-alfa,
alfa-omega, hay que lacrar el sentido del viento,
viento que golpea en el rostro
rostro envejecido de un simple hombre,
hombre que quizá admire a otro hombre.
Hombre que se desliza entre sentimientos
sentimientos que hacen exclamar-gritar,
gritar hacia un lugar indeterminado
indeterminado por sus propias manos.
Manos que hacen estallar a un vaso de vidrio,
vidrio cristalino que se oculta y merece.
¡Merece la pena besar la luna!.
Luna que se refleja a través del cristal,
Joseba: Tus pesadillas son las mías, pero yo en lugar de escribir poema me tomo medio orfidal y continuo sin dormir. Me has dado una idea, cocinaré sopas a las tres de la madrugada y peti qui peti! (Estoy muy triste por lo de Huchi... tendría que tener a mi edad más asumida la muerte y que nos vamos quedadndo solos... y no la tengo, mierda!. También estoy triste porque me toca deejar cuatro días a Cocó en manos de vecinos)
Querido Joseba, Yo también me emocioné con la película, y ahora lo he hecho con tu poema. Sí, claro que vale la pena besar la luna. Gracias, querido. Un beso y un abrazo.
Joseba: Tus pesadillas son las mías, pero yo en lugar de escribir poema me tomo medio orfidal y continuo sin dormir. Me has dado una idea, cocinaré sopas a las tres de la madrugada y peti qui peti! (Estoy muy triste por lo de Huchi... tendría que tener a mi edad más asumida la muerte y que nos vamos quedadndo solos... y no la tengo, mierda!. También estoy triste porque me toca deejar cuatro días a Cocó en manos de vecinos)
ResponderEliminarUn abrazo fuerte a los tres.
Juan Ramón
Querido Joseba,
ResponderEliminarYo también me emocioné con la película, y ahora lo he hecho con tu poema.
Sí, claro que vale la pena besar la luna.
Gracias, querido.
Un beso y un abrazo.