viernes, 30 de septiembre de 2011
LA MUERTE ABSURDA...y más; cuando es prematura y provocada.
Ha sido a las seis de la mañanada cuando me ha invadido un susurro en los tímpanos sensoriales de mis oídos: ¡Ojo! que ya es hora que trabajes para nosotros. Levántate, acude al ordenador y comienza a teclear las letras, signos de puntuación e ideas que te vayamos dictando.
Hace 24 horas en la calle Palma de Sant Just (Barrio gótico de la Ciudad Cóndal), apenas 500 metros de donde yo dormía con inquietud, era asesinado de varias puñaladas en el pecho el poeta de 32 años Salvador Iborra, poseía dos premios de poesía, en el 2.003 por su libro Un llençol per embrutar el premio Betulia, en el 2.009 por su libro Els cossos oblidats el premio Jaume Bru i Vidal.
Aparéntemente lo asesinaban por la disputa de una bicicleta...¡Una bicicleta!. En estos días correrán rios de tinta en los medios de comunicación, despachos policiales por los motivos reales de muerte tan absurda y prematura.
Reconozco que no conocía a este joven escritor y que a raíz de este suceso leeré sus dos libros, seguro que esta tarde en la tertulia poética del café del Centre parlaremos sobre el tema. No tardarán en convocar algun que otro homenaje en su memoria, profesores universitarios hablaran sesudamente de él y dentro de cincuenta años se continuará mencionando al poeta por lo que habría llegado a escribir y componer versos si no lo hubiesen asesinado.
Hace diez días, mi buen amigo de juventud, compañero estudiante en la escuela industrial de Tudela (Navarra), nacido en el pueblo mas pequeño de la Ribera Tulebras, Miguel Ángel Torres Soria era víctima de un accidente laboral (explotó un pánel eléctrico donde él hacía trabajos de mantenimiento) que le provocó quemaduras de tercer grado en un 70% de su cuerpo, le fue minando sus entrañas hasta fallecer, el 28 de este mes fué incinerado en Pamplona. Tenía 53 años...¡Muerte absurda provocada!.
Miguel Ángel Torres Soria, era un hombre bueno, trabajador, deportista, padre de dos hijos, maestro industrial electricista, comprometido con los problemas de su entorno, sonríente, estoy seguro que huía de las provocaciones y de los enfrentamientos, era amigo de los navarros ribereños y de los vascos. Posiblemente no reciba laureles ni homenajes, era un hombre comprometido con la sencillez. Una descarga eléctrica le provocó su huída a los abismos espaciales.
No sé si cultivó durante su periplo en la vida la imnata facultad que poseía para escribir, en sus tiempos de estudiante en la Escuela industrial llegó a recibir un simbólico premio literario porque encandiló con sus letras a los convocantes y jurados de un certamen escolar.
Te escribo estos versos
sencillamente por amistad,
por nuestras peleas infantiles entre yergos,
por nuestros chiquiteos en Tudela,
por la escuela industrial,
porque supiste ser amigo,
porque se me erizan los pelos de mi epidermis
ahora que has dado el salto a los abismos del espacio.
Espero que reencuentres el mundo sideral,
que desde allí nos mandes esa sencillez
la cual te acompañó
por estos andurriales
durante tu existencia terrenal.
Poema como homenaje a mi amigo Miguel Ángel Torres Soria, escrito a "vuela ordenador" la mañanada del 30 de Septiembre del 2.011 -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
domingo, 25 de septiembre de 2011
LA PROMESA...en los terribles abismos de la esquizofrenia
POEMA XII del poemario: Lo que no se Adhiere
al No-Olvido
(Editado el 15 de Noviembre de 1.991 en Santiago de Chile)
Me levanto como Cyrano de su tumba
Memorizo la carta que pulverizó
a las lombrices
Sorbo el último cáliz que los rayos
no dañaron
y adjudico el recuerdo
que ni tú sabrás de que vientre germinó
al pobre cráneo vacío de dudas
vacío de sueños
(Poema original de la poetisa María Linarejos Ruiz, nacida en Linares - Jaén, y que marchó a los abismos del espacio en Valdivia de Chile)
L A P R O M E S A
La promesa, película dirigida por Héctor Carré, protagonizada por Carmén Maura, Ana Fernández y Santiago Barón.
Poco voy a escribir sobre la película, solo que me interesó el tema y que la esquizofrenía confunde de tal manera a quién la padece que le hace vivir distintas realidades con tal intensidad que padece, goza, sufre, vive en resumidas cuentas cada una de las personalidades como si de una sola se tratase.
¡Increíble Carmén Maura!, como borda su papel, como compone su personaje para hacerlo creible plano a plano, secuencia a secuencia y que el espectador se sumerja en su mundo de conflictos confusos y realidades irreales para creernos todo lo que sucede alrededor de ella.
En el cine español hay dos actrices capaces de jugar con sus personajes de tal manera que los hacen creíbles película tras película, estas son: Victoria Abril y Carmén Maura.
A Carmén Maura la he visto bordar su actuación en dos película radicálmente distintas, una de ellas es Lisboa y la otra es la promesa. Dos historias distintas, dos desenlaces distintos y dos mujeres que se enfrentan, se oponen a lo mas cercano que las atenaza; a su familia mas directa.
La promesa me permite hacer un homenaje a dos poetisas que he conocido, que recuerdo con especial cariño, que he gozado con sus letras, con su manera de estar en las tertulias, muy diferentes entre sí pero marcadas por la poesía mas conflictiva y desgarrada que las llevó a compartir un similar destino.
La promesa me permite homenajear a Carmén Maura porque en cada uno de sus poros creativos destilan que hay una gran actriz en lo mas hondo de sus entrañas.
Y la promesa me permite presentar mis últimos trabajos plásticos, realizados durante el mes de Agosto.
La promesa y turbulencias
Estoy anclado sobre la sorra desparramada
entre las aristas hirientes del pensamiento.
Siento que escalaré el Kilimanjaro
para escapar de la otitis que me perturba.
La promesa y el ojo de la conciencia
Nos observan, amigo Héctor Yardas...
quiza un día...resultemos vencedores...
los diablos de nuestra mente claudicarán...
retozarán entre la chatarra de sus objetos voladores,
sin identificar; por supuesto.
La promesa y la pesadilla de la sangre
Cascadas de sangre
cascadas de hematíes
nos asustan en el otoño de la jornada,
cuando se esconde el sol
cuando nuestra mente se acurruca hasta la madrugada.
La promesa y el sueño quebrado
La acordura está quebrando mis sueños.
Onirismos de esperanza reblandecidos,
mezco mi mente con el rechinar del Cierzo
su fuerza lanza ósculos de fuego
a mi mente,
cuando despierte
me sentiré ausente.
Los poemas que acompañan a la obra plástica han sido escritos a "vuela ordenador" la noche del 24 de Septiembre del 2.011 por: -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)