miércoles, 22 de julio de 2020

CÓNSOL MASCAREÑAS...La Mascareñas, esmaltadora

      

Esmalte al fuego sobre cobre de alta temperatura, 1.100º, técnica: Atómica, creada e investigada por: Cónsol Mascareñas.
Esta obra de arte fue realizada en 1.965




EL FETO
               

        Cónsol Mascareñas se la regaló a Joseba Ayensa (poeta cantor) en 1.985


                                                                 


                                                             


        No puedo iniciar la entrada de esta publicación sin mencionar dos acontecimientos que marcarían su vida y su posterior desarrollo como mujer y artista.
      La separación de sus padres en 1932 siendo una niña, en un momento muy convulso en la historia de Barcelona y por ende de España es uno de ellos. El otro es su salida del país, buscando refugio ante la inminencia de la Guerra Civil que hace que recale en Ámsterdam en donde surgirá su vocación y dedicación posterior al esmalte.
     En ocasiones a los amigos nos solía decir “Sali de España siendo una niña y regrese siendo una mujer “  




           




                       Aspectos de otro planeta (1.988) de: Cónsol Mascareñas.
                 
                      Alta temperatura, 1.100º, técnica: Atómica con mica.


       En Octubre del año 2.000, se publicó el número extraordinario del segundo aniversario de la revista artesanal poética: ¡Hasta Siempre!...Era el Nº 21 de la publicación y estuvo dedicada al MINOATURO.
       Pocos días antes de la edición de la revista, falleció una de las artistas plásticas mas impresionantes y genuinas que he conocido, esmaltadora, conocida como la Reina del “Cloisoné”. Se trataba de Cónsol Mascareñas y ¡Hasta Siempre!, la recordó con un artículo de su último alumno Rafael Arroyo Villemur y un poema del coordinador de la revista, Joseba Ayensa.





       Durante quince años colaboré con ella y la conocí lo suficiente como para llegar a fraguar una buena amistad. Traté siempre de ser un apoyo para ella en las vicisitudes de estos últimos años, la admiré por su trabajo y sobre todo por su entrega y pasión por el esmalte.
       Mujer independiente y comprometida, en una época en que no eran fáciles ninguna de estas cosas, partícipe activa de su tiempo, asistió con esperanza a las sesiones del Concilio Vaticano II, y al desencanto de una iglesia en regresión, a la bohemia y ebullición poética de los años sesenta en Barcelona, P.S.C., Capuchinada, Ecumenismo, Pax Cristi…Sinceramente creyente y sinceramente escéptica y decepcionada con la iglesia, y quienes dicen servirla.
       Maestra del “Cloisoné”, calificada por la crítica alemana como el milagro del siglo XX, apasionada por la alquimia del fuego y las altas temperaturas, creadora de las “Atómicas”, purista de la técnica, investigadora, inquieta, sincera.
      Sirvan estas líneas para rendir un sincero homenaje a la artista que siempre permanecerá entre nosotros, no solo con su obra, si no a través de todos aquellos que pasamos por el taller de Mascareñas y que cada día nos enfrentamos con la magia del sílice y el fuego, con la misma ilusión y el mismo asombro con que ella lo hizo durante mas de cincuenta años.
                             -Rafael Arroyo Villemur (Maestro esmaltador.)-




Cónsol,
              ya has llegado
                                        al abismo de los espacios
para transcender
de materia física a partícula del espacio.
Has logrado comprender
                                             La línea sutil de la existencia.
Te has materializado
                                     En sílice inmortal.
Has penetrado en la matérico atómico.
Tus esmaltes
                        Ahora son mas tuyos que nunca.
¡Eres libre!
Has parido genio,
ese genio que te hizo diferente
una adelantada en el tiempo
de los que aquí todavía quedamos.
Amo ferozmente a tu obra
y te mando a los cielos
un ósculo esmaltado.
                                -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-





Tengo frío en pleno verano
amiga Cónsol Mascareñas
¿Te atreves a observarnos desde el vacío de los espacios?
Veinte años han pasado desde tu partida
me acerqué a Sant Quirze del Vallés a despedirte
no quise ver tu cadáver
recuerdo tu imagen
de mujer única y vitalista
ese fuego que emanaba tu mente
esas manos componiendo cloisoné
delicados dedos limpiando sílices
para transmutarlos en arte
mil cien grados de temperatura
y ese instante de luz ígnea
donde la abstracción es un juego incandescente
luchabas por tu independencia
libertad de mujer comprometida
esos debates entre hombres
algunos con sotanas
otros con frac enmohecido
tu triunfo ante ellos
tu ecumenismo
buscando caminos, senderos de entendimiento
tu militancia socialista
en un mundo falsario nacionalista
todo se reblandece amiga mía
veinte años después
hasta los esmaltadores son distintos
el ecumenismo en entredicho
la libertad quebrada
el ser humano vive atemorizado
no quiere dar ese salto que tu diste
la liberación suprema
la del “Vacío de los espacios”.

                         -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-