Se la dedico muy especialmente a otro poeta "hombrito", al que doy un abrazo fraternal cada quince días; el Viernes en el evento poético del "Laberinto de Ariadna", es Pepe Costero.
Los dos "niños de la guerra", de la guerra civil, la que desgarró a amigos, familia, enemigos y a toda la población de Iberia, esas consecuencias que marcaron el devenir del siglo XX.
Los contendientes han fenecido; quizá quede algún centenario...pero aquellos niños de la guerra siguen vivos, como abuelos y siguen recordando los fusilamientos en el Campo de la Bota, las llegadas de los contrarios para trasladar a los familiares al paredón de los cementerios, a las cunetas de los caminos. En la Ribera del Queiles todavía recuerdan el pequeño cementerio de Urzante...Recuerdo mi temporada de auto-stopista, una vez me recogió un camionero de Murchante, me explicaba que cuando era niño en plena guerra civil jugaban y divertían acercándose a Urzante a presenciar las salvas asesinas contra los republicanos de la zona, me decía: como caía al suelo dando vueltas una mujer gorda echando juramentos e insultos a los asesinos uniformados de falange o de requetés, herida de muerte...Y los republicanos también asesinaron, unos y otros se fueron matando, aniquilando...
Y después; la hambre física, la hambre por falta de justicia, por falta de humanidad...Y la tuberculosis galopante, y los sanatorios de la muerte...apenas les quedaba esperanza...
Florentino Huerga, zamorano de origen, siempre decía que era leonés. Pasó su juventud en un sanatorio de tísicos en León esperando la muerte, leyendo mucha poesía y dejando varias veces de tomar las dosis incurables...Él salió del sanatorio siendo poeta con una gran fuerza vital a pesar que le faltaba un trozo de pulmón. El "hombrito" Florentino conoció al "hombrito" Pepe, dos niños que llegaron a abuelos.
Va por ti, Pepe Costero, un gran amigo mío, un poeta que sigue escribiendo, que sigue luchando día a dia por la realidad poética.
Agustí Villaronga, dirigió en 1.987 la película: Tras el cristal, película de terror psicológico con altas dosis de sadomasoquismo, terror intelectual para intelectuales...En el año 2.000 dirigió: El Mar, también de terror, pero de terror cercano, de terror a la muerte, de terror a los pasillos que desembocan en la morgue, de terror a las expectoraciones sangrantes, del terror a la desesperanza, del terror al pecado, del terror a Dios...
Vi la película en la segunda cadena de T.V.E., el Viernes 22 de Enero del 2.016. La escena que mas me impactó, fue la muerte de un adolescente en los brazos de otro, el superviviente se puso encima del fenecido intentando darle un suspiro de vida, de boca a boca y musitó: .-Solo quiero sentir que Dios esté en mi.
Esa mirada
esa mirada
al desconcierto del momento.
Adolescente terrible
porque su niñez fue horrible.
Estúpidas muertes en paredones
en las cuevas horadadas por la fuerza del mar.
........y no se ve la mar...está reseca de esperanza.
Fluye la sangre por sus pulmones heridos
.......su vida: el momento
la testosterona,
bulle de deseo, abraza la obscuridad de la noche.
Encuentra a la niña
adolescente con toca de monja
enamorada de Dios
y del salvaje con tisis galopante.
Abrazo cálido ausente de amor.
El amor se encuentra en el mar
...el que inunda nuestra alma.
Confusión
cilicios
rezos al alba
sentido de pecado.
Amor de hombre a hombre
adolescentes confusos
esperan el diagnóstico de las tres cruces
expectoraciones sangrantes.
Pasión
carnes entremezcladas
cayendo en la tentación de huidizas oraciones
¡Encuentro de pene a ano
de ano a pene!
Pecado
¡Hay que matar la tentación!
rezos fúnebres
estilete a la nuca
cuchillas de afeitar a las venas
baño de sangre y semén.
Muerte de los dos jóvenes
el paseo por los pasillos
que desembocan en la morgue.
Poema escrito "A vuela ordenador" inspirado en la película: El Mar, el Domingo 24 de Enero del 2.016.
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-