El Jueves, 23 de Enero del 2.014, disfruté de la poesía y los decires tan geniales de la poetisa Estefanía González, en el Centro Municipal Integrado la Arena de Gijón, dentro del ciclo: “Poesía Es Femenino”.
Poesía
profunda, inquieta, atrevida, llena de imágenes, misteriosa, huyendo de lo
masculino y femenino, fundiéndose con el ser humano buscando sensaciones
poéticas en lo mas natural del entorno y sin artificios retorcidos que puedan
confundir al oyente y lector de su poética.
Delicioso su
poema, el del rezumar de líquidos del cuerpo, la sal del sudor, del semen, el
líquido amniótico inundando los muslos de la parturienta, la fealdad del bebé
en el momento de su alumbramiento, rugosidades, granos de grasa y metáfora de
vida, de gozo subliminal y belleza en ese instante de maternidad.
Su
presentador Nacho González nos obsequió con una tesis doctoral de la poesía,
después del recital hizo un comentario en “Facebook” de lo potente y fantástico que
había sido el evento poético. Yo, intervine en el debate de la red social
comentando lo siguiente:
Lectura potente de una gran poetisa...¡Una dama de la
palabra!...Solo comentar que no hay poesía masculina o femenina...La poesía es
poesía, la escriba un hombre o una mujer...Muchas veces el poeta es capaz de
transmutarse en poetisa y la poetisa en poeta...El ser humano cuando busca la
emoción de lo que le rodea termina encontrando la poesía...Un besazo a
todo-as...
Hay un dicho que dice: “Las comparaciones son odiosas”
No se trata de
comparar, pero recuerdo a una de mis grandes amigas poéticas, compartí con ella
muchas jornadas de tertulias y muchos, muchos amigos. Se trata de Francisca
Geijo. Hablando de poesía de poetisas y poetas, ella tendría muchas cosas
que decir, si no se la hubieran llevado emanaciones de gases al abismo de los
espacios. Os dejaré el enlace de una de las entradas de este “Blog” dedicada a
ella.
Me gusta seguir tus andanzas a través de tu blog y también conocer a través tuyo la movida poética en Gijón,
ResponderEliminarUn abrazo, Joseba
Muchas gracias por la crónica. Me siento halagada.
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