Un 11 de Mayo de 1.980, día de Sant Ponç en tierras catalanas, decidí quedarme a vivir en "La rosa del Foc" después de un periplo de odiseas por otros andurriales de la península Ibérica y por mares y océanos en mi experiencia marinera.
34 años en la Ciudad Condal...
...34 años tiene el joven pintor-poeta que expone en la galería EL ARTE DE LO IMPOSIBLE, de Gijón (Asturias), ha tenido que ser en esta ciudad astur donde conociese la obra del artista barcelonés. SAÚL GIL.
Obra muy personal, llena de color, de vida, de fuerza salvaje...me recuerda a los inicios de Miquel Barceló. ¡No hay duda! es el color, la vibración y la obsesión artística del Mediterráneo trasladada al potente y gris mar Cantábrico.
¡Valiente!, es valiente al hilvanar pasiones de color y sexualidad explícita con la sensibilidad creativa de la poesía.
Me han gustado los cuadros acompañados de poemas, de SAÚL GIL, por eso lo incluyo en mi "Blog" poético y también lo hubiese incluido en la "Revista Hasta Siempre" si lo hubiera conocido en Barcelona, cuando un colectivo de poetas y artistas plásticos nos hacíamos cargo de la edición y distribución de la publicación mensual.
Insertaré las tres obras plásticas y poemas que los acompañan, que mas me han gustado, que mas han llamado mi atención.
Hasta el 7 de Febrero del 2.014 se pueden ver y disfrutar en : EL ARTE DE LO IMPOSIBLE, sita en C/ Jacobo Olañeta - 10 ....Aquí os dejo el enlace de su página WEB Arte de lo imposible
Doy las gracias a la responsable de la galería por permitirme hacer el reportaje fotográfico. La fotografía de Saúl Gil ha sido tomada de la página WEB.
Para complementar la entrada insertaré el final del primer capítulo de mi única novela "Los sueños rotos de Olaitz", editada en la colección: Hasta Siempre en el 2.009.
Es el momento en que Olaitz se encuentra con su mujer después de una separación traumática. Encuentro lleno de odio-amor, amor-odio y desprecio.
Los sueños rotos de Olaitz
!...al final la que se queda sola soy yo …¡Que ejemplo les has dado!...Y no soporto que vivas aquí en este cuartucho aguantando a la bruja…porque es eso ¡Una bruja!...Cualquier día me echo un novio ¡Y se acabó! ¡Soy joven! ¡Todavía tengo calenturas!...¡No puedo mas Olaitz, no puedo mas!...estoy cogiendo asco a todo lo que me ha pasado, no solo a ti, si no al recuerdo de tu madre y a tus hijos ¡Que son míos!...pero de ti , tienen todo lo malo heredado de tu familia…¡Y… reacciona…es que no vas a decir nada! ¡Jóder! ¡Jóder! ¡Jóder! ¡Calzonazos! ¡Que eres un calzonazos!. Eloína se pone a llorar de pura desesperación y de que Olaitz no le hable él se acerca y le abraza fuertemente con su mejilla acaricia la mejilla de ella poco a poco se miran a los ojos y se acercan mutuamente los labios durante unos largos segundos no dejan de besarse de boca a boca y de lengua a lengua mientras se quitan la ropa no paran de besarse y de llorar se quedan desnudos y comienzan a sudar los cuatro brazos que juntan no son suficientes para abarcar toda la carne que se va desparramando en la cama de la habitación Olaitz domina la situación sujetando las piernas de su compañera y abriéndolas a la vez que besuquea los pies y pantorrillas de ella llega a su zona pélvica y acaricia con su barbilla el monte de Venus su nariz hurga y huele la vagina y es cuando con su lengua juega con el clítoris ella se quiere retorcer por el placer que siente pero Olaitz se lo impide de rodillas acerca su pene endurecido a la boca de Eloína y se lo da a lamer tienen tal pasión que ella se coloca de espaldas temblando de deseo Olaitz le lame todo la espalda las nalgas los muslos con una mano pellizca sus pezones y con la otra la masturba ella quiere gritar pero ahoga sus gemidos no pueden mas y es cuando Olaitz introduce su pene en la vagina de Eloína están durante diez minutos acoplados hasta que el estremecimiento de Eloína hace eyacular a Olaitz, se separan, se quedan mudos, no se hablan, sus sudores se transmutan en carámbanos de hielo, ella se levanta, se viste, observa la desnudez de Olaitz, fija su mirada en los ojos de él… .-Eres un cerdo. Dando un portazo se va de la habitación.
Fragmento de "Los sueños rotos de Olaitz"
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
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