Tenía ganas de hacer una nueva entrada en el "Blog" con uno de mis poemas, se titula: "Los hombres juegan en el trinquete del recuerdo". Tengo que explicar alguna cosilla, trinquete en el "argot" de la zona de donde soy natural; Ribera de Navarra y me consta que en mas zonas de la península Ibérica, es el frontón donde se juega a la pelota vasca. Este poema lo escribí en 1.998, en el año 2.000 lo incluí en mi espectáculo "Neruda - gatos - ¡Hasta siempre! y otras consideraciones", después del atentado en las torres gemelas de Nueva York lo publiqué en la revista ¡Hasta siempre! en Noviembre del 2.001.
El poema va acompañado de una ilustración del artista plástico esmaltador: Rafael Arroyo Villemur.
Los hombres juegan en el
trinquete del recuerdo
"Y este poema levantará ampollas"
porque mi voz no emanará fragancias,
¡Plasmaré!
el miedo
al miedo.
Los hombres juegan en el trinquete del recuerdo.
Retumban los tambores de la orquesta,
las flautas animan el cotarro de los inválidos,
en los santuarios se acumulan los borregos.
¡Mi Dios!
¡Oh Dios mío!
¡Ayúdame!
capta mi grito de auxilio,
como poeta,
no puedo besar el peciolo de un clavel,
como poeta,
tengo que dar dentelladas a la hipocresía
de mis adentros.
¡Soy mortal!
¡Soy contradictorio!,
la violencia intima con mi amargura,
amargo fue presenciar
¡Las muertes!,
¡Las torturas!
que justificaban el imperio de ti mismo
¡Dios mío!
contra más desprecio los métodos de tus acólitos
más creyente soy del cántico de las auroras.
Los hombres juegan en el trinquete del recuerdo.
Observo en la distancia del tiempo
como las caballerías se acercan al pilón a succionar
el alma de la tierra.
Llega el otoño
y las hojas caídas de los platanares se amontonan
forman túmulos para que nosotros juguemos,
niños de antaño,
viejos del futuro.
¡Armas!
¡Rifles en prevengan!
¡Ar!
¡Taconazo!
todas las frases son de los mismos,
cimitarras segando la vida a cuervos,
alondras blandiendo espadas de acero
y procesiones,
¡Procesiones en honor al santo!
¡Dios mío!
¡Dios mío!
¡Dios mío!
tu naturaleza es el fuego de mi interior,
interior que amo con vesanía
y que odio con descaro.
Llegan serios,
vestidos de negro,
a concelebrar
los desposorios de una salamanquesa con un grillo.
"Y este poema levantará ampollas"
Me levantaré una mañana
para atragantarme de los tormos,
fuerza telúrica reseca por el sol y el viento.
He presenciado a mi padre
alomar la tierra con un caballo blanco-negro, negro-blanco,
después de jornadas...
y jornadas de trabajo
lo vende al matadero municipal
para comprar un tractor, un vehículo,
hoy,
ya primitivo,
y así son las cosas
sus sistemas van despacio,
trotando,
galopando.
Los hombres juegan en el trinquete del recuerdo.
Ese recuerdo se funde en las interminables caravanas de gitanos,
libres,
alegres,
alegres,
libres,
sus cantares se entremezclan en los sonidos del nomadismo,
siempre danzan a la luz de la luna llena,
sus miradas licantrópicas disuelven a blancos murciélagos,
¡Que pena!
ya están cristianizados,
así,
justifican el uso del acero,
y los Agotes navarros
fueron despreciados en el Baztán
y los Vaqueiros de Alzada
celebran sus bodas en los Picos de Europa.
Y los judíos,
¡Oh los judíos!
¡Cuanto han aprendido de sus opresores!,
hoy,
rompen con preduscos las tibias y peronés de sus diferentes.
"Y este poema levantará ampollas"
Soy nacionalista,
cristiano,
y si es menester islámico.
¡Que mezcla!
¡Que estallido capaz de pulverizar cuerpos y más cuerpos!
¿Cómo puedo ser agradable en mi poesía
si tengo miedo al miedo?
¿Cómo puedo ser agradable en mi poesía
si la muerte produce muerte y muerte?
¡Que horror!,
pero,
¡Que horror!.
Deseo con auténtica ansiedad ser individuo,
ser persona,
ser pueblo,
ser libre.
¿Que diferencia existe entre oler la manzanilla
y aspirar con ansiedad los vahos del eucalipto?,
acaso,
¿El oso pardo tiene que devorar al oso panda?
"Y este poema levantará ampollas".
Los hombres juegan en el trinquete del recuerdo.
-Joseba Ayensa (poeta cantor)-
La danza de Tanit, (técnica mixta) 2000. Dibujo original de: Rafael Arroyo Villemur
¡Y a mí que lo de trinquete me sonaba más a mar y a barco! En cualquier caso, un gran poema.
ResponderEliminarUn abrazo, Joseba.
Pedro
Levantará ampollas, desde luego, interesante poema.
ResponderEliminarun gran poema épico ¡Felicitaciones!!
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