Un nuevo
poemario, una nueva ilusión, el confinamiento cruel no ha cortado mis ansias de
seguir escribiendo, creando poesía.
Trece poemas y un poemario, pretende
tener altas dosis de erotismo en un tiempo aciago y peligroso para la libertad
de expresión, creación y conciencia.
No puedo ni me apetece publicarlo en
papel, lo podría enviar a algún concurso de poesía de corte erótico…pero no…no
creo en los concursos de poesía.
Lo publico en mi “Blog”, en las ondas
cibernéticas para que llegue a aquellos lectores que indaguen en este “Blog” a
lo largo del globo terráqueo.
QUIERO ESCRIBIR UN POEMARIO.
Quiero
escribir un poemario
desde la
tristeza
desde la
soledad del que piensa
medita un
instante de segundo
en que la
esperanza es necesaria
para
subsistir
soñar
mirar a un
pájaro volar
captar el
zumbido de la abeja
relamer la
miel de sus entrañas
alzar las
manos al vacío
contemplar
el cuerpo amado
arañar sus
laberínticos escondites
donde las
arrugas explotan de placer
cuando las
dermis se rozan
se contraen
por la
acción de los besos
esos susurros
esas
verdades que claudican ante la pasión
arden
¡Arden las
sensaciones!.
Quiero
escribir un poemario
para llorar
para que mis
lágrimas se transmuten en plumas
que
acaricien los pies
del que me
mira en la noche
esos muslos
que palpitan
esas nalgas
temblorosas
la espalda
que suspira calambres
cuello
adormecido
mi boca se
abre
deseos de
morder
de
lengüetear al vacío
lenguas
entrecortadas
y cuatro
ojos que lloran.
Quiero
escribir un poemario
Soy libre
porque amo
porque expando
mi alma
porque
contraigo mis deseos
porque
medito
porque rezo
porque
sonrío
porque
cierro mis ojos
porque sueño
porque
imagino
porque
escapo de la realidad
porque la
noche es día
porque el
día es noche
porque la
contradicción surge
porque
fornico con delirio
porque grito
porque aúllo
porque
atravieso el río
porque la
odisea es vida
la odisea de
palpar al amado.
Quiero
escribir un poemario
porque la
poesía permanece
ante el
dolor
ante la
muerte
ante los
liberticidas
ante los
ególatras políticos
ante los que
odian
ante los que
rapan las cabezas para humillar
ante los que
ordenan claudicar
ante los
paredones fríos
ante las
cunetas salpicadas de sangre
ante la
vesania
ante los
dictadores
ante las
férreas dictaduras
ante las
nuevos métodos de transmutar…
…la libertad
por el silencio
y ese
confinamiento universal
que prohíbe
el amor y los besos.
Quiero
escribir un poemario
para mirar a
tus ojos
y transmitir
ese deseo
de palpar tu
espalda
suavemente
que mis
manos tiemblen
con la
velocidad palpitante
del volar de
un colibrí
para que
entres en meditación constante
en ese
placer
que las
mamillas se transmutan en turgente tensión
que cierres
los ojos
y aúlles
cuando el
hielo entre en ebullición.
Quiero
escribir un poemario
porque ha
llegado el tiempo
de escribir
un verso helador
cuando las
llamas de la hoguera fustigan los muslos
que esconden
lo que se muestra
se entrega
se regala
para ese lamer
de la dulce miel
que amarga
la marejada
oscilante
cuando
arrecia el temporal.
Quiero
escribir un poemario.
¿Cuándo
tendré la necesidad de llorar?
¿Cuándo
reiré a la media noche?
¿Cuándo me
estremeceré con tu sonrisa?
¿Cuándo tus
labios se posaran en los míos?
¿Cuándo
susurrarás a mis oídos?
¿Cuándo tus
jadeos escalarán el Everest?
¿Cuándo me
abriré en canal?
¿Cuándo
acariciarás mi alma?
¿Cuándo mi
pasividad se transmutará en un torbellino
al escuchar un te quiero y vomitar pasión?.
Quiero
escribir un poemario.
He sollozado
de placer
escondido
después de
mis travesuras
entre
sábanas de satén
donde se
columpian los cuerpos
al unísono
en el vaivén
del tiempo cortado
de los
sonidos oscilantes
de la lluvia
sin agua
donde se
unen los espíritus
donde el
delinquir es un tesoro
donde el
confinamiento no es oscuro
es blanco
transparente
como ese
licor
de sabor
amargo
de almendras
inmaduras
pero que
chispean
a la luz del
alba.
Quiero
escribir un poemario
porque
arrastro mis manos hasta las sienes
para llorar
recordando
esa niñez
esa libertad
entre rozas
y un río
donde se podía calmar la sed
¡Estoy
viejo!
esa
jubilación que nunca llegará
porque jugué
a ser libre
a no
depender del futuro
¡Nos han
arrebatado el libre albedrío!
No tenemos
opción para correr
para dar
alaridos al viento
esa niñez
soñando entre yergos
ese camino
de las Navas
el
cementerio de pueblo monacal
ese ataúd de
madera apolillada
de un pasado
del siglo diecinueve
servía para
transportar los muertos del cólera.
No conocí
esa epidemia
que lloró la
Generación del noventa y ocho
veía su
ataúd asombrado y atemorizado.
En estos
instantes
siglo
veintiuno
una nueva
epidemia
siento el
virus en mi nuca
lloro
porque no
tengo opción
para pasear
mis sueños
ni mis
delirios.
Quiero escribir
un poemario
porque se
acerca la media noche
ese inicio
del día en total oscuridad
cuando el
esquizofrénico escucha los cantos
los lamentos
de su atormentada alma
y sueña con
ser un ángel
donde el
quetzal
cosquillee
sus labios carnosos
por donde
resbala la lava
de esa
pasión incipiente
que
atropella a otros labios
esa comisura
donde emerge la juguetona lengua
que se
deslizará por el mentón
el cuello
danzando
eses tras eses
hasta llegar
a la culminación
de un
obelisco intrépido
que
reblandecerá
después de
la erupción.
Quiero
escribir un poemario
suspira el
viento
suspira
revolotean
las ramas de los árboles
por su
fuerza
porque juega
con las hojas caducas
las arrastra
para
culminar en la hojarasca del suelo
y ahí;
estás tu
con esa
desnudez que hipnotiza
a mi
insensatez alucinada
me postro
ante ti
diciéndote:
Te quiero
y la luna
ilumina
ese trozo de
tu ser
que lo haré
mío.
Quiero
escribir un poemario
donde seis
versos
sean seis
interminables horas
para pulsar
tu dermis
aterciopelada
con vello hiriente
muslos de
ideas alucinantes
esas nalgas
que tremulan
al compás de
los ladridos
canta el
ruiseñor
barrita un
elefante
otros nueve
versos fornican
con el seis
un sesenta y
nueve perfecto
de delirios
sospechosos
un tulipán
se quiebra
vence el
clavel rojo
te quiero
pasión de
amor
una tenue
luz
de
enamorado.
Quiero
escribir un poemario
de urgencias
turgencias
trece poemas
lo culminan
erotismo
quebrado
amor
vesubiano
de lavas que
transitan
hacia la luz
del onirismo
sueño
ensoñaciones
un libro
reblandece
con sus
trece poemas
todo se está
transmutando
soy libre
libre no lo
soy
estoy
encarcelado
en mi
domicilio
en mi cuerpo
días de
auroras
que se
confunden con el ocaso
estoy
viviendo una pesadilla
bostezo
tengo sed y
hambre
¿De qué…?
de libertad,
simplemente libertad.
Poemas
originales de: -Joseba Ayensa
(poeta-cantor.)-
Ilustración: de Rafael Arroyo basada en una imagen de “Pintarets”
Gran Poema Joseba. Me ha gustado mucho
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