MES SEMBLABLES, MES FRÈRES...Mis semejantes, mis hermanos titula el poeta Francisco Álvarez Velasco, el libro auto-editado en sencillas fotocopias de la colección cuadernos de humo - dos. Lo presentó como colofón Del XV aniversario de la revista de arte y literatura Ágora de Gijón en la biblioteca Jovellanos, aprovechando una lectura de sus poemas.
Una tirada de cincuenta ejemplares numerados y firmados de su puño y letra,que regaló a los asistentes al acto poético, a mi me correspondió el Nº VIII.
MES SEMBLABLES, MES FRÉRES es una referencia a sus amigos los artistas plásticos, con los que ha colaborado en su obra poética y creativa; ellos aportaban sus cuadros, sus esculturas y Francisco Álvarez Velasco sus versos, sus poemas y aforismos.
Francisco Álvarez Velasco es un aedo de estirpe castellana, llano sin filigranas pomposas en sus versos, tiene voz propia, es comunicador, sencillo, veraz ¡De los poetas auténticos!. Pertenece a la generación que creció y mamó la leche mezclada con la gotas de sangre que se derramó durante la maldita guerra civil y que en los años cuarenta condicionaron el devenir de esos hombres que nacieron durante o en los primeros años de la posguerra.
Aquí se encuentra parte de su alma poética
Me recuerda a mi gran amigo y maestro poético Florentino Huerga, nació en Zamora; pero siempre se sintió leonés, pasó su adolescencia en un sanatorio para tísicos, sobrevivió a la enfermedad y su alma poética surgió porque degustó con deleite y en soledad muchísima, muchísima poesía.
Carta a Dios de Florentino Huerga
Como si fuera un filósofo y orador de una ágora griega, el pintor Cecilio Testón presentó la lectura poética. Al vate lo definió como profeta, quijote, un personaje de los óleos de Rembrandt, o un loco toledano. Cariñosamente el poeta contraatacó y dijo que Cecilio Testón era un teólogo meapilas que se llevaba muy bien con ateos y agnósticos.
Momentos previos a la lectura poética |
Poema original de Francisco Álvarez Velasco dedicado a un óleo del pintor Cecilio Testón.
Allá en su atril de rama seca el cuervo
predica a la mañana
y no se abren las sombras
para empezar de nuevo el mundo.
Están quietas las piedras
bajo el agua
y paradas las frondas
y el aire se remansa.
Y los gallos,
dormidos en el alba.
No importa.
Abre el zaguán,
dobla la esquina
y sal de la ciudad, porque la luz
ahora está palpitando
en la savia callada
y a la espera del viento
de esta página en blanco.
Público asistente. |
Poema original de Francisco Álvarez Velasco dedicado a una obra de Alejandro Mieres.
Solo tierra. La sola tierra fría girando
En el principio era en la nada del mundo
Vino el viento y fue arena para medir el tiempo
Del animal y el árbol.
Llegó el agua y el fuego.
Vino el hombre y su mano, y fue arcilla amasada,
Copa pura de vino en que ahora bebemos
Ante aquel oro vivo y fugaz de la tarde
Contra el rumor de sombras de la noche que llega.
Derramemos un poco en honor de los dioses
Para aplazar un tanto el tiempo de la injuria
En la oscura frontera de pura tierra fría.
Francisco Álvarez Velasco |
Poema original de Francisco Álvarez Velasco dedicado a una escultura en madera de olivo de Kiker.
Carpe diem
Oye latir la noche
en la voz subterránea
de las tardes,
y chascar la hojarasca
del otoño
en el suave mecerse de las frondas de mayo.
Podredumbre en desorden ya acelera la muerte
bajo la piel hermosa de los cuerpos.
Apresúrate, pues, corazón jubiloso.
Goza tarde, hojas verdes, luz viva en el cabello,
claveles, labios que tus ojos siguen,
piel de la frente y cuello y alegre primavera.
Antes de terminar este periplo por andurriales poéticos, recuerdo a Sebastián Candado, médico y prestador de cuerdas vocales a la voz de poetas presentes y ausentes, una vez en un recital de José Agustín Goytisolo me comentó: ¡Que placer escuchar los poemas con la voz de sus autores!.
Lo dicho: Ha sido un placer escuchar los poemas con la voz y cuerdas vocales de Francisco Álvarez Velasco.
La expresión "mon semblable, mon frère", así, en singular, la utilizó, creo que por primera vez, Baudelaire en el último verso su poema "Au lecteur", refiriéndose a sus lectores que pese a su hipocresía, eran como él: "-Hipócrita lecteur,-mon semblable,-mon frère!".
ResponderEliminarGil de Biedma, en su poema "Pandémica y Celeste", haciendo uso de la "intertextualidad", la utilizó también textualmente: "hipócrita lector -mon semblable,-mon frère!".
Tu reportaje, Joseba, siempre interesante, me la ha traído a la meoria.
Un abrazo.
Tienes razón, amigo Pera, pues Francisco Álvarez lo mencionó durante la lectura como una mención especial al gran Baudelaire.
EliminarUn abrazo