sábado, 31 de agosto de 2013

UN TIMBRE DE VOZ QUE ENAMORA...



            Para celebrar el XV aniversario de la revista de arte y literatura Ágora de Gijón desde el 9 de Agosto hasta el 7 de Septiembre en la biblioteca pública Jovellanos está instalada la exposición colectiva "Arte en libertad" y todos los viernes a las 19,00 Hrªs hay programada una lectura poética.

                 Semana intensa y poética la que he disfrutado en Gijón, el Miércoles 28 de Agosto participé junto a un numeroso grupo de poetas jovencísimos en una "Timba poética" en el Bar Trisquel y ayer Viernes acudí a la biblioteca pública Jovellanos a escuchar un recital de poemas. El poeta y pintor Emilio Amor hizo lectura de dos poemarios inéditos, que serán editados próximamente "El mar de los laberintos" (2011) y "Encaje de mar". Disertó sobre la obra y trayectoria lírica de Emilio Amor  el también poeta José Carlos Díaz.





                  Mi buen amigo, el recordado y admirado Florentino Huerga; fundador junto a Juan Manuel Escudero de la editorial "La mano en el cajón" cada vez que escuchaba a un poeta leer sus poemas y le gustaba, se miraba la muñeca y decía: .-Mira, mira como se me eriza el vello de la piel. Cuando no le gustaba, exclamaba por lo bajín: .-¡Que me va a contar este tío de su vida!.
                 Florentino Huerga, desde los abismos del espacio donde nos espera a todos los poetas que lo admiramos, estará diciendo a la vez que se le eriza los vellos del alma: ¡Que buen poeta es Emilio Amor y cuánta poesía tiene este hombrito en el zurrón.
                Me gustó la poesía de Emilio y sobre todo la manera de decir el verso, tiene un timbre de voz que enamora. Tiene voz propia y transmite muy bien su poética.
                En este artículo, en este "Blog" me comprometo a leer la obra de este autor:     
                Crónicas de Samuel Stauwton.
                Canciones de amor en los campos de marte - El sueño paradójico de Stauwton.
                Transgresión del edén.


Emilio Amor diciendo sus versos
             A Emilio hay que leerlo, degustarlo. Su poesía requiere muchas lecturas para sacar todo lo que el poeta desea transmitir, pues es un rimador sutil, culto, de un léxico lleno de matices, de misterio, de certezas, a veces críptico, otras transmite con claridad lo que desea decir.


Público asistente al recital


                Su poesía es una continua cascada de imágenes y de imaginación. En uno de sus poemas recordó la imagen de su adolescencia, vestido de negro adornaba su vestimenta con un clavel, o un crisantemo que recogía del cementerio cerca de su domicilio y como tenía muchas admiradoras que le regalaban fulares, se los colocaba sobre el cuello como un símbolo de libertad y transgresión.
               Gracias Emilio por dejar a los oyentes compartir tu poesía e imágenes poéticas y transgresoras.
               Tengo algo en común contigo: intento ser poeta y nací en 1.955








1 comentario:

  1. Veo que Gijón te está sentando bien, Joseba. Me alegro. Buen reportaje.

    Un abrazo.

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