¡Tengo suerte!, todavía no veo ni vislumbro fantasmas. Observo gaviotas..."gavinas"..."kaioak"..."gaviluetas", revolotear por la ciudad de Gijón, intentan mecer mi alma para que no me quede obnubilado por sus carcajadas de sustos repentinos para lanzarse contra las palomas despistadas...
Sueño...sueños oníricos durante la noche, ronquidos de alma gemela y enamorada, manos que se cuelan por recovecos prohibidos y esa mente que no termina de fornicar con Morfeo para aliviarse en el alba.
Son ellos; los fantasmas...acurrucan mis sentidos para que les sirva, para que transmita sus torbellinos en este ordenador que empleo para plasmar letras, signos palabras, frases e ideas.
Los fantasmas guiaron a José María Navascués, aprovecharon sus manos y alma para dar forma, para que latiese su impresionante obra plástica que acabo de descubrir. En el Museo de la casa natal y en la exposición del antiguo instituto de Jovellanos.
Escultura, dibujos, dibujos, escultura...No sé lo que nombrar en primer lugar, ambas con la misma fuerza, la misma importancia...esas manos de los fantasmas que dictan su influencia para que el artista materialice toda su energía creativa.
En el museo de la casa natal de Jovellanos, intuí el sufrimiento psíquico de José María Navascués , sus esculturas lo rezuman en todas ellas, sobre todo en: "El avión", "Formula 1" y "La hamaca".
Simbiosis entre el cuerpo humano y las máquinas que lo van transformando, que el mismo guía, que el mismo controla...pero al final lo hacen sucumbir y materializan el sado-masoquismo entre su creación y los fantasmas que mecen sus pesadillas.
Merece una mención especial "La hamaca"...En esta obra deja de disimular y construye directamente un lugar, un nido para su recuerdo: La hamaca ataúd colgada con los ganchos de un carnicero.
En el antiguo instituto de Jovellanos disfruté de la exposición SOBRE EL PAPEL colección de dibujos del fondo del museo casa natal. Buenas obras y buenos autores: Sebastián Miranda, Mariano Moré, Germán Horacio, Carlos Sáenz de Tejada, José Luis López-Torga, Antonio Suárez, Orlando Pelayo, José María Navascués, Melquiades Álvarez, Pelayo Ortega, María Jesús Rodriguez y Juán Botas.
No hay duda que me gustó la colección ¡Magnífica!...y de repente mis ojos, todos mis sentidos se fijan en los dibujos abstractos de José María Navascués...vibración es lo que transmiten, vivencia traumática, lucha, emotividad, bullicio de espirales, ideas transmutadas en arte...Desean recrear un mundo paralelo, un mundo de luces y sombras, del bien y del mal. Es lo que todo artista desea transmitir: La contradicción entre el mundo material físico y la transmutación onírica de los fantasmas.
El museo de la casa natal de Jovellanos se puede visitar durante todo el año, la exposición de dibujos del instituto durante este mes de Agosto del 2.013, finaliza el 1 de Septiembre.
Como una pupa de insecto
como el encuentro de una gaviota con el azor
así; se transmite la agonía del que se sabe mortal.
Contemplación mental
al lirismo del vuelo de aristas electrizantes...
cumplen su misión...
obscuridad
claridad.
Muerte para renacer
¿Sobre qué?
sobre una escultura transmutada en poesía.
Poema escrito "a vuela ordenador" la tarde del 17 de Agosto del 2.013
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
La imagen de las gaviotas ha sido recogida de: imágenes de Internet.
Las fotografías de la reseña de José María Navascués y su obra "La hamaca" fueron tomadas en el Museo de la casa natal de Jovellanos.
Hermosa crónica de un Gijón que se adivina seductor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pedro