Para celebrar el XV aniversario de la revista de arte y literatura Ágora de Gijón desde el 9 de Agosto hasta el 7 de Septiembre en la biblioteca pública Jovellanos está instalada la exposición colectiva "Arte en libertad" y todos los viernes a las 19,00 Hrªs hay programada una lectura poética.
Semana intensa y poética la que he disfrutado en Gijón, el Miércoles 28 de Agosto participé junto a un numeroso grupo de poetas jovencísimos en una "Timba poética" en el Bar Trisquel y ayer Viernes acudí a la biblioteca pública Jovellanos a escuchar un recital de poemas. El poeta y pintor Emilio Amor hizo lectura de dos poemarios inéditos, que serán editados próximamente "El mar de los laberintos" (2011) y "Encaje de mar". Disertó sobre la obra y trayectoria lírica de Emilio Amor el también poeta José Carlos Díaz.
Mi buen amigo, el recordado y admirado Florentino Huerga; fundador junto a Juan Manuel Escudero de la editorial "La mano en el cajón" cada vez que escuchaba a un poeta leer sus poemas y le gustaba, se miraba la muñeca y decía: .-Mira, mira como se me eriza el vello de la piel. Cuando no le gustaba, exclamaba por lo bajín: .-¡Que me va a contar este tío de su vida!.
Florentino Huerga, desde los abismos del espacio donde nos espera a todos los poetas que lo admiramos, estará diciendo a la vez que se le eriza los vellos del alma: ¡Que buen poeta es Emilio Amor y cuánta poesía tiene este hombrito en el zurrón.
Me gustó la poesía de Emilio y sobre todo la manera de decir el verso, tiene un timbre de voz que enamora. Tiene voz propia y transmite muy bien su poética.
En este artículo, en este "Blog" me comprometo a leer la obra de este autor:
Crónicas de Samuel Stauwton.
Canciones de amor en los campos de marte - El sueño paradójico de Stauwton.
Transgresión del edén.
Emilio Amor diciendo sus versos |
Público asistente al recital |
Su poesía es una continua cascada de imágenes y de imaginación. En uno de sus poemas recordó la imagen de su adolescencia, vestido de negro adornaba su vestimenta con un clavel, o un crisantemo que recogía del cementerio cerca de su domicilio y como tenía muchas admiradoras que le regalaban fulares, se los colocaba sobre el cuello como un símbolo de libertad y transgresión.
Gracias Emilio por dejar a los oyentes compartir tu poesía e imágenes poéticas y transgresoras.
Tengo algo en común contigo: intento ser poeta y nací en 1.955
Veo que Gijón te está sentando bien, Joseba. Me alegro. Buen reportaje.
ResponderEliminarUn abrazo.