Dificil entrada porque tengo el propósito de hablar sobre seres especiales muy cercanos a mí; a veces llego a participar dentro de sus mundos ilusorios, de sus dobles realidades, de sus angustias, de sus recelos, de sus enfermedades oníricas no plasmadas entre sus carnes y huesos si no que están arraigadas en lo mas profundo de su mente. Como poeta les pertenezco, como poeta me esclavizan para que saque a la luz lo que llegaron a ser sus vivencias mas duras y reales, como poeta me dictan este texto abrumador por los hilos subconscientes del mediumnismo mas primario.
Es la entrada de homenajear a un ser que no he conocido mas que de referencias muy directas y familiares, el tío Javier de Murillo el Fruto, un ser especial, cantarín, diferente y débil para los contornos de su entorno, su maltrecha mente lo llevó a vivir durante años en el manicomio de Villava hasta su muerte.
Es la entrada de homenajear a la tía Carmén de Cascante. A ella la conocí, recuerdo que visitaba a sus parientes mas cercanos junto a su madre, cantando a duo las dos: boleros, cuplés y algún que otro pasodoble. Su caso fue duro, sangrante...cuando falleció su padre, el resto de los hermanos se reunieron en cónclave para decidir que se hacían cargo de la madre, pero que a ella "ser especial" la tenían que ingresar en un centro...la madre no la abandonó, terminaron las dos en la llamada "Misericordia" de Cascante. Cuando murió la madre, las monjitas de la "Misericordia" la trasladaron al manicomio de Villava. Carmén tuvo suerte, en los años ochenta cambiaron las leyes que regían los manicomios y ella fue a un piso de acogida abierto, mas tarde murió en la residencia para ancianos de Tudela.
Es la entrada de homenajear a mi tía Herminia, sus continuos ataques de epilepsia le hacían retorcer su esbelto cuerpo a límites y angulos inverosímiles, su abrumador misticismo, cuando le llegaban las crisis sus primeras palabras eran ¡Hay Dios mío!...a continuación su sufrimiento y alaridos. Recuerdo que mi madre le tenía que poner una cuchara sopera entre la lengua y dientes para que no se mordiera. Vivió con nosotros, su hermana, cuñado y sobrinos durante años, hasta que la situación de su enfermedad no se podía controlar dentro del ámbito familiar. También terminó en el manicomio de Villava, era un "ser especial". Cuando vino a vivir con nosotros era ya adulta y no terminó de adaptarse por completo al entorno, solía evadirse de su realidad en la iglesia monacal del pueblo, también cantaba, decía que nuestra familia era de artistas, pues; su padre y tíos habían sido músicos. Recuerdo la última vez que le visité en Villava, ella tenía muchísimos instantes de cordura, que le hacían llevar peor su situación. Todavía resuenan en mis tímpanos su consejo en esa última visita, fue en los jardines de la "casa del tejado colorado"....- Cásate, hijo mío, cásate...Me lo repitió varias veces, ella se daba cuenta que yo también era un "ser especial" de dificil encaje en un ámbito familiar. Le contesté que no me casaría, que no tenía vocación para tal cosa, que me abrumaba formar una familia....-Cásate, hijo mío, cásate, hazme caso. No podía explicarle las razones verdaderas para permanecer en soltería, en esos momentos yo ya estaba emparejado...estoy seguro que ella no me habría entendido. ¡Le hice caso!, veintisiete años después. Hoy, cuando escribo estas líneas llenas de homenaje a "seres especiales" estoy felízmente casado.
Ahora me toca hablar de las impresiones que me causó el ver la película de producción franco-alemana-belga, Séraphine (2.008) dirigida por Martin Provost y protagonizada por Yolande Moreau.
Séraphine Louis, (Personaje real en la que se basa la película) fue una artista plástica francesa, de estilo "Naif", aunque para ser mas precisos su obra también se podría tildar como: ART BRUT del trastorno mental en el sentido que muchos de sus componentes realizaban sus obras en estados místicos, como poseidos por una fuerza que emanaba de sus vísceras para hacerles pintar obsesivámente.
Una mujer sencilla, subsistía haciendo trabajos de limpieza en casas de sus vecinos, en la carnicería local, en una residencia de religiosas y se obnubilaba paseando por los campos, trepando a los árboles para acariciar sus hojas y besar sus frutos, hablaba con el sol, mecía su melena al compás de la fuerza del aire, se bañana en el río que surcaba las tierras de su entorno, mostraba su desnudez y el paso de los años a través de las estrías y michelines de su espalda, poseía un seno mamario perfecto, su mirada se perdía en los adentros de su espíritu. Era un "Ser especial", tenía sus pequeños secretos místicos, íntimos. Robaba pequeñas cantidades de sangre animal en la carnicería y cera de las velas de un santuario, todo ello para preparar ungüentos de diversas tonalidades para agradar a los ángeles que la guiaban en su devenir íntimo, montaba un altar en su habítaculo con una imagen virginal iluminada con velas. Los ángeles le ordenaban que plasmase su alma en cuadros obsesivos que pintaba cantando los acordes del "Veni Creator". Ella pintaba para los seres invisibles del espacio, lo mantenía en secreto hasta que la descubrió un estudioso del arte contemporáneo de principios del siglo XX, Wilhelm Uhde, ella limpiaba en el domicilio del que después se convertiría en su protector y mecenas.
Al ser descubierta por Wilhelm Uhde, se dedica exclusivamente a pintar, él le promete una exposición en Paris, pero por problemas de diversa índole no puede cumplir su promesa. Ella se siente abandonada, su mente se va deteriorando hasta que es ingresada en un manicomio hasta su muerte. Wilhem Uhde, logró hacer una exposició de su obra cinco años antes de su óbito, pero ella no pudo disfrutar de tal evento porque no se daba cuenta de nada.
"Seres especiales", extravagantes, a veces mas lúcidos que los cuerdos, son capaces de ver mas allá de las dimensiones conocidas. Algunos de ellos con el arte por la corriente sanguínea de sus venas.
Mi gran amigo Pere Casas nos comenta en las tertulias del Café del Centre, muchos enfermos mentales tienen la sensibilidad necesaria para hacer arte con independencia de que estén locos o no lo estén, si no tienen aptitudes para la creación son locos y nunca llegaran a artistas y muchos artistas se vuelven locos porque las aptitudes creativas llegan a agobiarles.
Luces místicas
recorren los instantes,
los momentos,
las angustias
de una mujer ensoñada
por los árboles de una campiña cuadriculada
cuando los lobos aullán al amanecer,
cuando los ángeles masturban a potentes dioses,
cuando los desiertos se inundan
con los acordes del "Veni Creator"
y las sinfonías de Malher
juegan a la comba con sus hijos
y los espíritus de estos cuadros.
Poema escrito "A vuela ordenador" la madrugada del Domingo 15 de Enero del 2.012, dos días después de ver la magnífica película Séraphine por -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
Las ilustraciones que acompañan esta entrada del "Blog" han sido tomadas de páginas WEB de "Internet".
Hay personas que ven donde otros no ven nada porque ponen atención, cariño, respeto...
ResponderEliminarUn abrazo.