Insertaré la segunda obra de mi trilogía espiritual, titulada: "Alguien lamerá el cactus espinoso para arrancar su lengua a golpes de horca", con imágenes de cactus tomadas de diversas páginas WEB de internet.
ALGUIEN LAMERÁ EL CACTUS ESPINOSO
PARA ARRANCAR SU LENGUA
A GOLPES DE HORCA
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
mientras la luna se entristece
y gira en sentido contrario a su eje.
De uno de mis ojos fluye una lágrima,
resbala, y salpica la verruga de mi pómulo.
ya... ¡Ni tan siquiera se escribir!,
aprieto con la inútil fuerza de mis dedos el bolígrafo
y me dejo llevar por la corriente de mis sentimientos.
El aluvión de frases sin sentido
embargan el cerebro del demente,
todo son recuerdos,
solo permanecen los recuerdos,
el futuro es: Un torbellino en espiral que se esfuma en el viento.
¡Que tedioso es el aburrimiento de los bostezos!,
ya no me queda nada que expresar,
el silbo de los valles profundos de la Gomera
ya no lo perciben mis oídos.
Lanzo una red a las turbulentas aguas del mar
para atrapar la razón,
esa razón que se disuelve
en las venenosas aguas de mis lágrimas.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¡Sí!,
...alguien lamerá.
Un ejemplar de homo-sapiens se sentirá aturdido
en medio de un iconoclasta desierto,
¡La tempestad de arena!
¡La tempestad de arena!
¡La tempestad de arena!
hace cuajar el líquido de sus ojos,
su amorfo y pesado cuerpo se tambalea
y lentamente es atraído por los minerales pulverizados.
Un segundo de megatónica energía
para disolver el desierto en una gota de aceite,
un aceite que alimenta al candil
para alumbrar esas noches...
...esas,...de luna llena.
La licantrópica mirada del ser
hace añicos los cascabeles de un gato indómito.
¡No puedo mas!, ¡No puedo mas!,
gime el ser, al sentirse perdido
en los arrabales de un núcleo urbano.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Tumbado en una losa de alabastro
está un pestilente mendigo,
ha perdido su propia capacidad de encanto,
su roñoso cuerpo es visitado por una negra cucaracha
que se recrea jugando entre sus ropas,
el planeta Tierra siente tal asco
que comienza a girar sobre si mismo
a unas velocidades inimaginables e infernales,
la naturaleza es arrancada de cuajo,
las aguas de los océanos son despedidas al espacio,
los seres vivos son desintegrados,
¡No queda nada!,
ni siquiera el recuerdo de la memoria.
El planeta se transforma en rubí
y lentamente se desplaza hacia la gravidez del Sol,
el mendigo en su desesperación se muerde los labios,
babea formando un charco con sus orines,
observa con alegría contenida a la cucaracha,
se acaricia dulcemente el rostro cicatrizado de roña
y come con avidez, el bicho desdichado.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¡Me relamo de gusto!,
he absorbido con avidez el sabor de la miel,
ese líquido espeso y dorado que recubre...
¡Sí!, recubre un pastel de guindas y naranjas,
una abeja revolotea insistentemente sobre mí,
yó,
me obnubilo al observar su zumbido,
ella está sola...
...perdida,
solo le queda abrazar a la nada,
desprenderse hacia el vacío,
hacia el lento suicidio.
Mi lengua juguetea
a salir y entrar de mi cavidad bucal,
y la abeja en un acto de sublime amor
desprende su aguijón para entregarse a la muerte
en la...
.-¡Aaaaayyy!, ¡Que dolor!,
¡No puedo resistirlo!.-
base de mi enamorada lengua.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Estoy tan cansado,
¡Tan cansado!
que me disuelvo entre los cascotes y el polvo de un palacio
recién derrumbado.
Las hormigas caníbales van recogiendo
las partículas de mi cuerpo desintegrado,
solo tengo intactos los ojos
que se desprenden al vacío
rebotando de cascote en cascote
para descansar definitivamente en un vaso
lleno de agua cristalina de un manantial absurdo.
¡Dios!, ¡Que sensación!.
Los nubarrones recubren el horizonte,
han arropado el cielo matinal,
descargan su fuerza acuosa sobre el palacio,
¡Sobre el vaso!,
el agua mezclada de manantial y lluvia
va rebosando en unos instantes caóticos
y estoy a punto de perder mis dos únicos elementos,
un ojo y otro ojo
que se ciegan al absorber el barro.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¿Por qué estoy adorando
la aridez de un terrible desierto,
donde una silla de hierro fundido,
solitaria en la gran soledad, sus óxidos está supurando?
¿Por qué?,
¿Es que ya no queda ningún lugar donde huir?,
¿Es que el acero ha atravesado el incógnito lugar?,
¿Por qué tengo que bañar mis brazos en óxido?,
¿Por qué?,
¿Es que desplazo la silla de arena en arena y siempre
en la misma arena?,
¿Por qué los buitres revolotean sobre mí?,
¿Es que desean abrirme el cráneo?,
¿No dejaran de libar mi locura?,
¿Mi locura se desvanece en la misma sesera de los buitres?,
¿No sé encontrar un punto de auténtica aventura?,
¿Me oprime el pecho un dardo envenenado?,
¿Una monja se desprende del velo para secarme el sudor?,
¿Qué es todo esto?,
¿Preguntas?,
¿Respuestas?.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca".
Para carecer de consistencia real
un ser desvalido se transmuta en poesía,
una letra suelta rasgará sus frases inacabadas
y la "U" mayúscula recorrerá un espinoso sendero,
nadie acariciará su fría piel,
los besos de carne y piel se fundirán en petróleo
que se desparramará sobre el lago helado
de un altiplano cualquiera.
Nadie podrá herir sus carnes en proceso de descomposición,
nadie podrá jugar a los bolos en su desnuda espalda,
nadie podrá lanzarlo hacia el espacio de la acritud,
nadie recorrerá el peligro de absorber su desnudez,
nadie será nadie, cuando hayan ahuyentado a su ser.
Y él,
se queda al borde de la cuneta
y la gente pasa...pasa...pasa...y pasa,
observan,
emiten sonidos guturales e inconexos:
.-Mirad, hay que atrapar a ese algo que está al borde del camino.
.-Es algo distinto, dice llamarse poesía.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Me acaricio el mentón rasposo
y observo a unos geranios llorar,
crecen salvajes en la terraza de mi habitáculo,
no los cuido,
solo la lluvia temporal alimenta sus deseos,
sus hojas aterciopeladas besan un musgo extraño
que ha surgido entre las impurezas del vetusto edificio.
Una gaviota de secano y ajena al mar, planea sobre la terraza,
emite un sonido gutural que se asemeja a un grito entrecortado,
la salamanquesa queda inmóvil,
mimetizada entre el cemento y demás materiales,
el gato se pavonea observando el espacio,
y la intrépida voladora gime,
descansa del vuelo escondiendo sus alas
y dejando los pies sobre el suelo,
pierde su vista en los geranios y queda hipnotizada.
Es tan intenso el ronrroneo del gato
que un vals se transmuta en un metal esmaltado
y la salamanquesa disfruta cuando su energía se ha fosilizado.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
No termino de asentarme en un camino rocoso,
mis pies desnudos no soportan tantos cantos rodados,
la erosión va minando lentamente a todos los seres vivos,
¡A todos los seres energéticos!.
Mi caminar me conduce hacia un acantilado,
allí,
me pierdo entre el mar y el cielo.
A una velocidad increíble
¡Infinita!,
mis brazos se van cubriendo de pequeñas y grandes plumas.
¡No lo resisto!,
¡Tengo un deseo que no controlo!,
me precipito hacia el vacío.
¡Oh, que horror!,
¡Voy a morir!.
En una transmutación sin límites
abro mis brazos, y comienzo a volar,
comienzo a planear y a disfrutar,
¿De la muerte?.
No hagas mas preguntas y disfruta del momento.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Un sencillo gesto y un ademán intuitivo
son capaces de acariciar la sutileza de una nube,
son capaces de besar fríamente a una pasión desbocada,
son capaces de musitar el sonido de un terremoto,
a así,
yó, como poeta,
me desnudo.
Una gran tela blanca de algodón
roza y resbala sobre mi piel,
quiero dormir,
¡No puedo!,
me desvelo,
inicio un ejercicio de respiración
y por fin me abandono en un sendero onírico.
El ademán adquiere proporciones colosales,
¡Soy consciente de esta inconsciente experiencia!
y atrapo a un ratón volador,
juego con él, de cúmulo en cúmulo,
soplo a un avión supersónico
que no aguanta mi aire y se precipita hacia el suelo.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¿Será posible que en un río lleno de inmundicia este nadando un pato?.
Entra en mi mente la idea de la metamorfosis,
ya que deseo con auténtica ansiedad
aparearme con la criatura que nada entre el barrizal.
¡Que ilusión!
¡Poder alimentarme de las apestosas aguas!,
¡Devorar sanguijuelas!,
¡Limpiar manchas de detergentes!
y contaminar mis impermeables plumas.
Soy un elemento esquizofrénico,
cada uno de mis párrafos
se convierte en una divagación,
por eso...
jamás seré un macho esclavo de una esquizofrénica hembra.
Esto no es un sueño,
¡Es una pesadilla!.
La hembra lanza sus tentáculos de fuego,
me arroja a la hojarasca seca
y a mi cuerpo, lo hace entrar en combustión.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Hacía tiempo...
...mucho tiempo
que en mis tímpanos no resonaba la sinfonía,
a veces pienso que descanso
y no descanso,
a veces mis manos se ponen a temblar
y no dentellean mis dientes,
a veces me zambullo en un mullido pajar
y no enciendo mis sentidos,
a veces paseo por las cunetas de una autopista
y mis pies no logran dar un paso,
a veces hormiguean las venas de mi cuello
y no hay ningún vampiro que chupe mi yugular,
a veces mis ojos se humedecen
y no los seca la brisa del mar,
a veces me comunico telepáticamente con un ser
y no admito la sonrisa de sus labios,
a veces mi voz es temblorosa
y no admiro la belleza de la naturaleza,
a veces...,a veces..., a veces...
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¡No deseaba escribir sobre el amor!,
pero la inspiración es como un individuo extraño
que llama a tu puerta para reír, llorar, soñar...
El amor es tan frágil,
que si no lo devora a dentelladas un lobo,
se convierte en una esfera de acero
que, en el espacio marca una eterna órbita
que gira y gira alrededor de un cuerpo gaseoso.
¡No deseaba escribir sobre la pasión!,
pero mi mano con el bolígrafo es obligada a garabatear,
me comporto como un rorro que se esfuerza en gatear.
Soy guiado a través de unos humedales inexplorados
para que los poros de mis células transmitan
que la pasión es:
como un yacaré con sangre fría que se revuelve en el fango
con una ira y fiereza contenida,
que en un momento dado, lanza una dentellada
para cazar al vacío
y quedar con las ganas de alimentarse,
comer, devorar carne humana, carne viva.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
A mi mente llegan caudales de letras, comas, acentos,
recuerdo versos que ya he escrito,
de otros días,
otros tiempos,
otros amaneceres,
otras auroras,
esos momentos en los que no contaba el amor,
esos momentos en los que la pasión me aturdía.
¡No quiero escuchar sonidos en mi mente!.
Deseo que la palabra
el verbo
el canto
por ósmosis, inunde el tuétano de mis huesos.
Desvío mi atención hacia los buitres nepalíes.
¿Sabes por qué?,
no deseo que mis cabellos los peine un cepillo poético
ya que ellos dejarán de ser,
mis huesos serán machacados
con los dedos del maestro de ceremonias
y los buitres se alimentarán del tuétano en las escarpadas
montañas del Nepal.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¿Que es lo que hace que me amarre a mi envoltorio corporal?,
un sencillo abrazo de suaves espinas
que han acariciado a un topo,
cuando recorría los recovecos de su madriguera
para escapar de su propio temor.
Soy un náufrago en mi experiencia humana,
por eso no puedo experimentar,
como se destapa una caja de porcelana
para que una paloma opalina escape de ella,
e inicie un vuelo iniciático
de planeta en planeta y que sea absorbido por el núcleo de un vendaval.
¿Que he logrado cuando he sido cegado por una tormenta de arena?,
quizás...
¿Darme cuenta
de que cuando mi envoltorio termine en las laderas rocosas,
no seré mas que un monigote absurdo,
un mal alimento
que a las carroñeras voladoras les producirá un mal aliento?.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¡Que triste tristeza!
sienten mis callosas manos cuando recogen un mortero de ágata,
cuando de un mostrador de carnicería recogen un cuchillo mellado,
cuando con el cuchillo se cortan un dedo,
cuando se autoproducen una hemorragia para darle vida al mortero,
cuando machacan el dedo con su propia sangre,
y cuando el dolor de placer agónico
mi dedo se transmuta en polvo de sílice
para ser horneado y que de su luz
brote un ósculo esmaltado.
Mi mirada hacia ningún punto en concreto es tremulante,
es por eso, que las personas que están a mi alrededor temen.
Las capto a todas entre mis manos
y las introduzco en el mortero,
las machaco con sublime amor,
y en una bocanada de respiración
solo queda en el mortero polvo de coca,
¡Esnifo!,
se pulveriza en un instante el cráter de un volcán
y mi coito se transforma en un esmalte atómico.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¿Me estaré volviendo loco?,
¿Llegaré a devorar con mis débiles dientes
a una sin razón que se precipita por una rampa cristalina?.
¿Qué es la sin razón?,
¿Es un zambullido seco, a una laguna de mercurio?.
¡Como nó!, ya estoy haciendo preguntas.
No tengo solución a mis obsesiones,
porque son como el azúcar disuelta en líquido.
No tengo que solucionar nada,
porque cuando hay que remediar el cantar del grillo
es que no hay una solución posible.
¡Como me gustaría evadirme de mi lírica!,
ser un simple espectador de mis versos,
pero, no puedo, me implico en ellos.
Soy como una planta carnívora,
necesito absorber la proteína de las letras,
mi léxico no es extenso
pero juego con él, a la pelota si es necesario,
asumo el mando de las comas y puntos
y con los acentos recupero la cordura.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Tengo una cicatriz no visible
que supura miel, lamida por osos de la montaña.
Me encuentro en un cuarto oscuro,
sin ventanas,
sin ventilación.
No sé que hora es,
llevo tanto tiempo dentro de mis entrañas
que me asusto cuando las campanas repican.
La polifonía invade un conjunto de nubes,
entre ellas se aparean para derramar
las lágrimas de seres invisibles.
Recuerdo,
recuerdo,
recuerdo,
bajo las escaleras de mi derrumbado hogar,
cabalgo dejando mis brazos a la fuerza de los elementos,
resuenan en mis oídos dos sonido secos,
un gemido sale de mi cavidad bucal,
despierto con fuentes de agua en mis párpados
y me doy cuenta que soy yó, dándome un pellizco en mi brazo.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Con mi mirada,
acaricio levemente el túmulo frío del recuerdo.
No puedo continuar escribiendo,
es una inutilidad que abra la espita
por donde se expele un fogonazo de alegre tristeza.
Esas tremendas avenidas grisáceas,
solitarias
pobladas de chatarra
de miserias,
una sirena
allá,
a lo lejos,
entonando una canción de lamento.
Son momentos que ya han pasado,
son años que subliman mi añoranza.
Enjutos,
fríos,
aún calientes,
desparramados,
entre ellos se encuentra mi cuerpo inerme.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
Continuo machacando la tinta negra de mi bolígrafo,
es normal,
barato,
de un poeta pobre.
Se me retuerce el cuello
de un auténtico dolor energético,
siento asco,
asco,
y asco,
silban las dos balas asesinas en el contorno de mis oídos,
¡Es tan intensa la explosión!
que mis papilas sensitivas se hacen plomo,
no controlo mis huesos,
como lava se derriten mis músculos.
¿Dónde estoy?, ¡Dios mío!
¿Me estaré volviendo esquizofrénico?,
¡Nó!,
mi locura es mucho mas amarga,
como un largo torrente sin destino,
es, ¡Una locura cuerda!.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¡Que cobarde soy!
llora a raudales si deseas llorar,
¿Pensabas que era sencillo, tener conocimiento?.
Tener conocimiento es adquirir un compromiso.
¡Que cobarde soy!,
repta como una culebra hacia el refugio.
¿Pensabas que solo me puedo manifestar a través de tus poros?.
Manifestarse es conseguir un punto de encuentro.
¡Que cobarde soy!,
escapa, ¡Sí, escapa y no mires hacia atrás!.
¿Pensabas que la ilusión es pura iluminación?.
Iluminación, es un estornudo dado en el momento propicio.
¡Que cobarde soy!,
no pienses, arranca la vara de la maleza y flagélate.
¿Pensabas que el dolor, es un placer sensitivo?.
Tu sufrimiento es una patraña, una mentira,
¡Anda, evítame!
y no invoques el pérfil oculto de tus cabellos,
no merece la pena,
todo, absolutamente todo está en tu núcleo mental.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
El ser humano es un parásito
en el fluido cósmico de la vida,
es como un largo río,
brota con fuerza en sus fuentes,
es un torrente,
desaparece,
resurge,
se encharca,
sus aguas se hacen pantanosas,
no lo detienen las presas de los castores,
y sigue,
a veces da la sensación de que no existe,
pero siempre posee una gota anímica,
por insignificante que sea
la gota se sigue desplazando,
una vez utiliza un medio,
otras otro,
y así sigue devorando pequeñas vidas,
por eso, ¿Qué importa unos momentos en el ciclo vital?,
cuelga tus elucubraciones en el pórtico de una catedral.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
¿En una catedral?,
¿En una pagoda?,
¿En una mezquita?,
¡Da lo mismo!,
el cordón umbilical que une a todos los edificios de oropel y paja,
es la misma verdad en la inmensidad de la selva.
Observo a las columnas,
a los capiteles,
a los arabescos
como se derriten,
como se funden,
como estallan en el horno de fundición
y caen con una velocidad vertiginosa por las laderas
de un oteruelo,
este montículo
está en una desértica estepa
donde se producen dos realidades,
donde es parida la dualidad.
La oscura noche se cubre con el manto del invierno mas gélido,
y en el día despiertan las cataratas del calor,
abre sus fuerzas el verano del esplendor.
"Alguien lamerá el cactus espinoso
para arrancar su lengua a golpes de horca"
La dualidad, no es dual,
posee infinitas realidades,
infinitos sistemas planetarios,
infinitas corrientes sanguíneas.
A veces,
me doy cuenta,
que solo tengo que andar,
erecto,
firme,
y al final del camino me tropezaré con un macho de avestruz,
observaré,
como acumula un amplio número de huevos de sus consortes,
para empollarlos,
defenderlos de las hienas,
de los depredadores,
y yó,
obnubilado por la alegría de acabar con el reloj
me ocultaré debajo de sus claro-oscuras alas.
Pasará tiempo, ¡Tiempo!, ¡Mucho tiempo!
y toda mi energía
se habrá fosilizado en medio del alud del temporal.
-Joseba Ayensa (Poeta-cantor)
Caudal de versos que surgen incontenibles desde lo más profundo de ti mismo, Joseba. Celebro tener la oportunidad de volver a leerlos. Muy belas las fotos con que lo acompañas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pedro