El corazón tiembla
como un abanico danza al compás del tango
ambos se fusionan en un irreal cuento
es una fornicación imperfecta
gozo
éxtasis
calambres
se clavan los botones del bandoneón
un violín desea intervenir en la contienda
la música enaltece
el delirio
el coqueteo
de un abanico que sigue tangueando.
Dios quiso que los pájaros cantaran
permitió que en mi niñez adolescencia fuera tartamudo
para que penetrara en su misterio
a través de la literatura
de que mi vocación emergiera con fuerza
luchase con ahínco en mi círculo más cercano
abrazase a las letras
estuviese alejado de la corrupción social económica
rompiese la tartamudez en mil pedazos
que mi voz poética saltase al abismo
utilizando mis fortalecidas cuerdas vocales.
Las imbecilidades no hay que escribirlas
se acerca uno al excusado
defeca al viento
y se asea con ella los restos
manifiesta imbecilidad la ley actual del tabaco
los estancos abiertos
los que dictan las normativas
viviendo de sus malversaciones
de los impuestos que roban
a los sufridos fumadores
esos rectos dictadores de normas
los muy sinvergüenzas
inhalaciones de frenéticas rayas
babas ensuciando a meretrices
para que sobrevivamos en manada.
Vídeos auto grabados con la cámara del ordenador por: -Joseba Ayensa-.
Poemas y textos poéticos:
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
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