Y LLEGÓ LA LLUVIA.
Y llegó la lluvia
a mecer mis sentidos
mojar a mi espalda
a recorrer mi epidermis
escocer a mis ojos
despertar a mi libido
a manchar manos misteriosas
claudicar ante los pies fríos
descubrir ríos de montaña
caricias quebradas
gemidos chispeantes
melocotón sedoso salvaje
está fría el agua
remolinos de aire ardientes
contradicción del alma
cuerpo que se contrae
claudica ante el embate del aluvión
arrastrando hojarasca y piedras
alma abierta de par en par
a un enamorado desconocido
que juguetea con la verdad oblicua
llegó el momento
del vaivén oscilante
de los aullidos al viento
del encuentro entrecortado
de miel dispersa por los recovecos
libar fluidos paradisiacos
calma meditativa
emulsión Zen
creación ilimitada
luz hiriente en el entrecejo
ilusiones amorfas
es tal la paz que las tonalidades ni se aprecian
el innombrable susurra
sones delirantes
hormigueo celeste
la poesía llora
lo que llora el verso
por llorar placer inmenso
¿Y hablo de llorar
de regar el cultivo
hacer la molienda para dar un beso?
¿Y tengo valor para poner mis manos
sobre la piel de un igual
desembocar en el vesánico delirio?
¿He construido catapultas
para lanzar toneladas de piedras
a ese ser que vaga por las penumbras?
¿Tengo que paralizar mis instintos
doblegar mi sensación de ser
darme cuenta que no soy nada?
¿Las nubes que sierran mi glándula timo
dejarán de lanzar cascadas acuosas
para tomar conciencia que soy luz inerme?
¿Va a reventar mi corazón
cuando el anochecer vierta su obscuridad
y mi espíritu tiemble con la rosada helada?
¿Voy a dejar de sentirme culpable
cuando el azor
clave sus garras en mis piernas?
¿Hay que sonreír
entre palabras dulces de pasión
y contención amorosa?
¿Soy…somos luces
que iluminan una parábola
en nuestras entradas y salidas celestiales?
¿Claudico diosa de la aurora
ante la chispeante lluvia
ante la añorada adolescencia?
¿Dejo de danzar
cantar
si el solfeo paraliza mis extremidades?
¿Por qué me atormento
si tu luz ¡Dios mío!
posee la fuerza de penetrar en un enamorado?
¿Tengo conciencia de que soy mortal
si fornico con la meditación
y el amor – odio se transmutan en un todo?
La inquietud prevalece
en la meditación mas profunda
la energía personal no fenece
Los enamorados agotan su fluidos
cuando la fornicación
produce descargas electrificadas
Alondras gavilanes
aves enternecedoras de presa
la realidad irreal mecen las nubes
Preguntas
ensoñaciones
un águila arpía entre la lluvia volando.
La energía acuosa es
como una eyaculación interminable
orgásmicas palabras un vacío de muerte.
Palpitaciones encubiertas
deseo incontrolable
por un tobogán precipitado.
Vacío ausente
mente repoblada de sueños
como un denso bosque que arde.
Allá en el Olimpo
tejen la libélulas
los hilos son remojados con seminal líquido.
Hay que huir
como el espermatozoide huye de su origen
y esclavizarse al gusano de seda.
Dios…diosa
hombre…mujer
hombre…hombre delirio profundo.
Envueltos en lodo y barro
retozando entre miel y licor
dulces instantes de enamorados.
Sol…luna
Tierra…Venus
Saturno devorando a Neptuno.
Y la lluvia llegó
y llegó a lluvia
eyaculación y contracción.
Una frágil daga de hiriente corte
se desliza por la epidermis
de un doncel desnudo
adormecido en el césped
en un soto de río
apenas percibe la sombra del enamorado
sabe que está ahí
que porta la daga apasionada
calambrea la espalda
pincha sutilmente los glúteos
la entrepierna bulle de sangre láctea
se eriza el vello
cosquilleo en la planta de los pies
daga produciendo temor y placer
delirio de los sentidos
juguetea con el pelo en pecho
del doncel
el ombligo se encabrita
mamillas masculinas turgentes
pinchazo en el hombro
labios chispeantes
la alondra que canta
el azor que muestra sus garras
un te quiero aterciopelado
la daga hiere el alma
un alarido entrecortado
una fuente de miel y néctar.
Meditación tensa
ausencia irreal
cauces atorbellinados
instantes palpitantes
cosquilleos
luz obscuridad
tensiones en los abrazos cálidos
hombre a hombre
refrescándose en cascadas acuosas
martirizando el yo
sucumbiendo al nosotros
caricias
velos sutiles
almas fortalezas del quiero
del deseo precipitado a la nada
no ser conciencia
no ser inconsciencia
aurora boreal
frío intenso
luz matérica
explosión
placer
delirio
descanso.
Montaje fotográfico: Rafael Arroyo Villemur.
Poemario de: -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
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