El lunes 14 de Enero del 2.019, en estado febril, enojado por
mi situación, hasta llegué a pensar en un posible infarto, porque debido al
esfuerzo de expectorar en el lado derecho del pecho tenía la sensación de que me
estaban pinchando con agujas, solo apaciguaba el malestar cuando elevaba mis
brazos hacia arriba en un ejercicio de relajación y bostezo. En estas
condiciones descritas, después de cenar bien, vi la película Guardián y verdugo por TVE -2ª. Una gran película sudafricana, de las que llegan e
impactan en lo mas adentro de los espectadores. Cumple lo que pretendía, que el
espectador coja manía, asco y odio a la pena de muerte, al sistema que la
sostiene y a los verdugos que la ejecutan.
No siento
ninguna empatía
hacia el
joven
que es capaz
de circular entre la lluvia
a gran
velocidad
con su mente
quebrada
por los
sonidos del odio y la muerte
está a punto
de provocar un accidente.
Para el
vehículo
para un
microbús cargado de inocentes deportistas
empuña su
arma reglamentaria
siete
disparos
siete
muertos
y comienza
la danza tribal
los negros
tienen el ritmo del tan – tan - tan en su alma.
No siento
ninguna empatía
hacia el
sistema carcelario
recluta a
jóvenes imberbes
para
trabajar en el corredor de la pena capital
desde el
primer día
desde el
primer instante
los
instruyen para no sentir simpatía
para no
sentir humanidad
ni humildad
ni decencia
apalear al
reo
darle de
comer
cebarlo para
que esté en condiciones
de dar el
salto al vacío
cuando
sujetan una cuerda alrededor del cuello
ahorcamiento
y si este no
se produce
desnucarlos
con golpe seco y violento.
¡No!
¡No siento
empatía!
Poema
escrito “A vuela ordenador”, la mañana del Martes, 15 de Enero del 2.019 inspirado por la
película sudafricana Guardián y verdugo.
-Joseba Ayensa
(poeta-cantor.)-
Deseo que te restablezcas muy pronto. Un abrazo.
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