Mi mente comienza a revolotear
sobre el enigma triste de la tarde
algo tengo claro
no dejaré de escribir
pero
como marinero que he sido
me entran enlocadas ganas
de arrojar mis versos por la borda.
Nunca podré arrojar mis versos por la borda… cuando navegaba escribía, poseía la rabia e ilusión creativa de la juventud…eso si alguna vez lo he escrito; ¡Me gustaría asesinar a mi poesía!, sobre todo cuando enciendo la mecha de una hoguera que a pesar de las llamaradas no termina de apagar para que las brasas rusientes sean sentidas por ese espacio que me niega el transcender.
Sigo escribiendo
sin seguir diciendo
algo me ocurre en lo mas íntimo de mi alma
me quiebro por instantes
me miento a mí mismo
digo continuamente
soy poeta
pero a lo mejor es que no versifico
a lo mejor es que mis cuerdas vocales no transmiten
pensaba que había dejado atrás la tartamudez
el silencio ha marcado
el devenir de mis quebrados poemas.
A veces duele el
alma...se enquista ese dolor...se buscan y se encuentran los puntos flacos del
observado en su inquietud y con un dardo anímico se le dispara para que el
doler produzca un chasquido de purulenta supuración...no se espera a la muerte
porque a veces esa muerte no lo es tal, es eternidad siempre fornicando el
dolor muerte relajación y sublime felicidad que transmuta en espiritualidad.
Vídeos auto grabados con la cámara del ordenador por: -Joseba Ayensa-.
Poemas y textos poéticos:
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
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