jueves, 18 de junio de 2020

HAN DEJADO DE CANTAR LOS PÁJAROS.


       

        Un nuevo poemario escrito en una primavera arrebatada, la del dos mil veinte del siglo veintiuno:  
                    
                   HAN DEJADO DE CANTAR LOS PÁJAROS.

SAN FRANCISCO RECIBIENDO LOS ESTIGMAS
                                Maestro de la Porciúncula
           Expuesto en el Convento de las Capuchinas en Castellón.
 
 




Han dejado de cantar los pájaros
han dejado de revolotear las libélulas
sobre los nenúfares del lago sombrío
la aguas bullen
esa marcha fúnebre
de lento compás
llorando
por una humanidad
donde los locos defecamos en las esquinas
donde los monos aulladores
vampirizan
a los ególatras del hemiciclo.





Han dejado de cantar los pájaros.
¿He sentido el croar de las ranas
 en el cenagal del camposanto?
La medianoche craquelada por el espanto
huyen los ratones de las comadrejas
la lechuza está inmóvil
silenciosa
sus garras se abren
para atrapar a mi alma
e impide que escriba un verso
para seguir viviendo.





Han dejado de cantar los pájaros
esa primavera arrebatada
esos instantes caídos
lentamente
como volátiles copos de nieve
ese verano que se intuye
amordazados paseamos
como cánidos rabiosos
esas hienas que ríen
y los licaones que bailan
para enaltecer a los vampiros.




Han dejado de cantar los pájaros
vida
muerte
¿Cuál es la misión del poeta?
Alimentar con versos al universo.





Han dejado de cantar los pájaros
hay momentos
instantes
en los que dejas de tener esperanza
es como una ventolera
rápida
impactante
envuelve los sentidos
solo te produce
lágrimas
llorar.





Han dejado de cantar los pájaros
de volar
la avispa velutina
inicia su revolotear
silenciosamente
encuentra la epidermis
para picar
para transmutar la sangre
en veneno mortal.







Han dejado de cantar los pájaros
¿Has escuchado a un corazón palpitar?
si no lo has hecho
ten calma
el alma es como un petirrojo
revolotea
vuela
hacia un destino incierto.





Han dejado de cantar los pájaros
es la nueva anormalidad de los sentidos
sus alas se reblandecen
su trinar enronquece
la locura pasea
en el hospicio de la normalidad.





Han dejado de cantar los pájaros
me duele la cabeza
mi alma se precipita
a un viento
que deja de refrescarme.





Han dejado de cantar los pájaros
no se siente el susurro de los colibríes
el graznido de los cuervos ha enmudecido
se avecina una tormenta
de granizo
de miedo.





Han dejado de cantar los pájaros
necesito recitar mis versos
ponerme de rodillas
llorar
dejar de soñar
quizás
en la próxima reencarnación
podré cantar poemas.





Han dejado de cantar los pájaros
estoy sentado enfrente del ordenador
castigo su teclado
no soy capaz de susurrar al oído del ornitorrinco
sus espolones venenosos
disuelven mis alas de libertad.



Han dejado de cantar los pájaros
las grullas observan
silenciosas
el volar de las mariposas
los seres invisibles
que estigmatizan a San Francisco de Asís.





Han dejado de cantar los pájaros
Jesús de Nazaret murió en el madero
su sangre goteó el Gólgota
las águilas arpías se dispersaron
cuando bebió el vinagre
se transmutó en vida.





Han dejado de cantar los pájaros
¿Dónde está la Vera Cruz?
En ningún lugar
el tormento se transmutó en gozo
las reliquias se evaporaron
quien experimenta el misticismo
deja de alumbrar a lo que está muerto. 


             Poemas de: -Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-