domingo, 28 de abril de 2019

EL REVERENDO.



       No me gusta criticar, no me gusta hacer crítica pura y dura en el "Blog" poético.
       Es una excepción...aquí está una dura crítica a la película EL REVERENDO.



         “El reverendo”, la película que ayer vi en el Centro Municipal Integrado de Pumarín Sur, no merece que le haga un trabajo poético. Reconozco que Paul Schrader es un gran director y que dirige con maestría el film. Reconozco que Etham Hawke está genial en su papel de Pastor evangélico, solitario, retorcido y sumido en una crisis emocional a causa de su sentido de culpabilidad. 
        Nihilismo puro y duro es lo que transmite el argumento, que desolación, que tristeza, que existir tan soso y poco excitante el que vive una comunidad evangélica, que austeridad, que sentido de pecado sencillamente por ser hombre y mujer y vivir en una sociedad que está en continua evolución y transformación con los riegos y peligros que conlleva.
        Del cristianismo surgió el capitalismo y los dirigentes de grupos ultra religiosos se aprovechan y medran del capital que tienen entre sus manos, son inmorales ¡Como el capitalismo y su pariente mas próximo el Comunismo!, destrozan lo mas cercano y enferman a la naturaleza para seguir creciendo a costa de la destrucción moral y ecológica.
         ¡Es falso! ¡Falso! ¡Falso!, que los cristianos y grupos extremistas ecologistas actúen como los terroristas yihadistas ¡Auto inmolándose!, como da a entrever la película.
        Y mas falso, todavía si cabe, es el final ¡La redención por el amor pasional! ¡Triunfa el masoquismo!, ese arrepentimiento de quitarse el chaleco con explosivos, envolverse el cuerpo desnudo con alambres espinosos, colocarse el alba ceremonial, empaparse de sangre y abrazar al prohibido amor con pasión y desesperación. ¡Puro masoquismo! ¡Nihilismo celestial final!

                            -Joseba Ayensa (encabritado crítico)-

 




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