Esta mañana
hace unos instantes
me han hecho recordar a Virginia Woolf
su pensamiento era
¿Para qué brillar?
¿Para qué correr?
¿Por qué no claudicar ante la intimidad más profunda?
Todo el misticismo
rodeaba la intimidad más absoluta
no hay duda brilló con intensidad
corrió entre nubes evanescentes
dudó hasta corroerse por sus adentros
se suicidó.
Necesito escribir
escribir
maldita vocación
me hace vibrar
me hace sentirme activo
pero mi propia actividad fenece
no solo por mi vejez
no solo por las canas que se abren paso a través de mi tonsura
Dios desarrolló en mí una intuición
versear
para decir versos
los digo
nadie paralizará esa eyaculación mística del decir
pero
no hay duda
al final permanece la nada
y me pongo a llorar.
A suero ardiente
es
cuando uno se afirma
y confirma que todo es circunstancial,
que las circunstancias
son claras
oscuras
y que un canto de aurora
no matiza los designios del cosmos.
Vídeos auto grabados con la cámara del ordenador por: -Joseba Ayensa-.
Poemas y textos poéticos:
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
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