Poema que escribí el 14 de enero del 2020, después de asistir a la presentación de un libro dedicado al sistema educativo…
Es uno de esos poemas que no debería haber escrito…pero cuando la poesía emerge, es de ella misma, aunque yo la haya escrito…
Estoy así…de esa manera
sin saber lo que escribir
con bloqueo creativo
los poetas...a veces…claudicamos
no comprendemos el poder
ese poder que corrompe
el que obsesiona
el que acosa
el que destruye la autoestima
este es el poder que me ha bloqueado
del que tenía que utilizar letras para versear
sobre un libro
de ciencia ficción
esas influencias catalépticas
la obscuridad de la enseñanza
de esos centros que educan
mal enseñan
directores paranormales
doctos catedráticos
desconectados de la libertad
tienen miedo
tienen pavor
a la burocracia funcionarial
al ministerio gubernamental
a las inspecciones invertebradas
a no ascender del primer piso
al segundo
al tercero
al ático de los cielos
y entregan el alma
los cuerpos
a espurios intereses
al adoctrinamiento
infernal
donde las catapultas ciegan la inteligencia
y donde los ordenadores personales
palpitan
y uno de ellos
me ha desbloqueado mi mente
para poder plasmar esta poesía
contra el sempiterno poder.
Un veinte de agosto
de un año que no recuerdo
día de San Bernardo
acudí a una pequeña parroquia
de Gijón
Jove
disfruté de una Eucaristía dominical
de una festividad muy especial para mi
escuché con interés el evangelio de la jornada
a través de las cuerdas vocales del oficiante
del párroco
José Manuel
voz ronca
peculiar
de las que llegan a lo más adentro del alma
su mirada se clavó
en mi cara fruncida de estupor
al sentir las palabras
machistas
que emanaban de la primera carta a los corintios
en la homilía las matizó
se sintió abrumado
por mi reacción anímica
el siglo primero de nuestra era cristiana
no se corresponde al siglo veintiuno actual
todo se transmuta
hasta las palabras del gran hacedor
ese día me comuniqué anímicamente con José Manuel
hoy
él
ha cabalgado hacia la luz universal
y
yo
lo recuerdo
con la anécdota
de una mirada a otra mirada
donde terminé de unirme
a una pequeña parroquia gijonesa
Jove
su antiguo párroco
descanse en paz.
“San Antón cuando era viejo le cortaron el pellejo”
Desconozco que tendrá de verdad este cántico
la realidad
es que reunía a todos los vecinos
de un pequeño pueblo
alrededor de una hoguera
donde las llamaradas
crepitaban al compás de la amistad
del encuentro
del apoyo anímico
de la degustación de patatas
asadas al ardor de la lumbre
esos ajos que escocían entre los dientes
San Antón miraba desde su monumento
la alegría imperante
la bendición de los animales
la matanza ritual del tocino
que alimentaría durante un año
a los lugareños
donde el Císter femenino
echó raíces
y permanece durante siglos
en este rincón
un meandro de ubérrimas rozas
del Queiles
aguas que siguen regando
a San Antón monumental.
Vídeos auto grabados con la cámara del ordenador por: -Joseba Ayensa-.
Poemas y textos poéticos:
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
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