Estoy a punto de iniciar
la jornada de mis quehaceres
recuerdo a Santa Teresa de Jesús
doctora de la iglesia católica
cacerolas
fregoteos
barrer los suelos de tierra
y mirar hacia el deslumbrante sol
donde el misticismo quiebra la no conciencia
he soñado muchísimo
en la noche fenecida
cabreos
paseos entre nubes evanescentes
lluvia que escalda epidermis
posiblemente esté febril
no me he tomado la temperatura
tengo que acudir al mercado
pasear por aceras atiborradas de seres humanos
mirar por el bienestar de los que me rodean
escribir versos
para transmutarlos en un poema como este
es una realidad onírica
tanteo mi frente
estoy muy cansado
antes de que los quehaceres afloren
y que entre dientes musite
una oración
donde el silencio impera.
Esta mañana
he perdido uno de mis poemas
estoy raro
a veces febril
otras la energía se me apodera
y salgo a caminar
me remojo de lluvia incesante
compro el pan
regreso a casa
me pongo a escribir
me ciegan las letras
los versos
ese poema que emerge
ese delirio que invade mi mente
el Word de mi ordenador tiembla
cliqueo a no guardar
adiós poema quebrado
adiós a una ensoñación bíblica
a ese Jesús de Nazaret
un libertador del alma femenina del universo
claudicó ante su madre María
en Caná
transmutó la tristeza
en una borrachera mistérica colectiva
claudicó ante su amada María de Magdala
se dejó besar con sus labios los pies
se dejó empapar los pies con ungüentos mágicos
olientes de tierra y océano
se los dejó cosquillear con melena encrestada apasionada
yo,
perdí un poema mañanero
he ganado otro
delirante
a la media tarde
poco antes
de que anochezca
estoy enfermo
deliro
doy las gracias
de recordar el grandioso amor
de Jesús de Nazaret con María Magdalena.
Mueren los pájaros
los dioses huyen del Olimpo
los humanos dejamos de decir: Nos amamos
las gaviotas reidoras comen de nuestras manos
se domestican en las ciudades ruinosas
ni tan siquiera soy consciente porque escribo estos versos
lloro
estoy entristecido
necesito escribir
cantar en la aurora de la esperanza
se me humedecen los ojos
adiós a la brisa que acaricia mi epidermis
tristeza
tristeza
un año fenece
solo percibo sombras
en la nocturnidad del alma de los hombres.
💥
Palideció el sol
y Dios lloró en la penumbra
Dios es diosa de luz
de ternura
su fuerza emergió de una mujer libre
la luna palpitó
de dolor
cada vez
que una mujer es esclavizada
a través de usos religiosos
de dominio
de espinosos talibanes
de esposos esclavos
de su innata violencia
de esos testículos negros
que terminan asesinando.
Vídeos auto grabados con la cámara del ordenador por: -Joseba Ayensa-.
Poemas y textos poéticos:
-Joseba Ayensa (poeta-cantor.)-
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